La vivienda asequible, una prioridad olvidada en Málaga
La Constitución Española reconoce el derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada y obliga a los poderes públicos a promover las condiciones necesarias,
Julio Alberto Gutiérrez
CONSEJERO DELEGADO PARA ANDALUCÍA DE LA CONFEDERACIÓN NACIONAL DE COOPERATIVAS MIGUE FERNÁNDEZ
Sábado, 29 de noviembre 2025, 01:00
Málaga y su provincia atraviesan hoy una de las mayores crisis de acceso a la vivienda asequible que se recuerdan. Las familias, jóvenes y mayores, ... especialmente los más vulnerables, se ven empujados cada vez más lejos de sus barrios, mientras los precios se disparan y la oferta de alquiler se reduce a mínimos históricos. El Ayuntamiento, aunque proclama hacer todo lo posible, no está haciendo lo que realmente exige la ley y lo que demanda la ciudadanía: garantizar el acceso efectivo a una vivienda digna y adecuada para todos. La Constitución Española es clara. En su artículo 47, reconoce el derecho de todos los españoles a disfrutar de una vivienda digna y adecuada y obliga a los poderes públicos a promover las condiciones necesarias, dando prioridad a quienes más lo necesitan. A esto se suma el mandato del artículo 129, que insta a las administraciones a fomentar eficazmente las cooperativas de viviendas, una herramienta imprescindible cuando el mercado fracasa en proteger a los más débiles.
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En Europa, la Comisión apuesta decididamente por este modelo cooperativo, movilizando fondos y simplificando normativas para que las cooperativas puedan construir, rehabilitar y poner en marcha promociones de vivienda social y asequible. Proyectos como los de 'Sostre Cívic' en Cataluña demuestran que, con impulso público y financiación europea, es posible ofrecer viviendas dignas y estables a precios accesibles en régimen de cesión de uso, favoreciendo la inclusión y la sostenibilidad. Málaga podría y debería liderar esta transformación en Andalucía.
Sin embargo, Málaga sigue anclada en viejas soluciones y pasos tímidos. Ni los planes municipales ni el uso de suelo público atienden de verdad la emergencia habitacional que golpea a nuestra provincia. La sociedad malagueña merece un esfuerzo extraordinario, con mecanismos legales y financieros que existan y que funcionan en otros países y ciudades: reservas de suelo para cooperativas, prioridad en subvenciones y acceso a fondos europeos, y acompañamiento técnico a los colectivos que quieran autogestionar su vivienda.
Las cooperativas de viviendas no son una utopía ni una moda, sino el instrumento más eficaz y justo que tenemos para revertir la exclusión residencial. Requieren de voluntad política real, de una alianza entre administración, tejido social y el impulso europeo. Málaga debe dar el paso y convertir la vivienda asequible en una prioridad transversal y urgente. La Constitución lo exige. Europa lo impulsa. Málaga lo necesita.
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