El alféizar

La vida no es un vídeo de Youtube

Lunes, 7 de julio 2025, 02:00

Nacemos al mundo desnudos. Y os despedimos de él para no llevarnos nada, salvo el bien o el mal que hayamos hecho; algo que afecta ... al prójimo y a nosotros mismos. Por extensión, si se es creyente, al plan de Dios.

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Desde el seno materno se va fraguando quiénes seremos, cómo nos comportaremos, cómo viviremos. La manera de crecer en el útero condiciona la forma de vivir. Y por eso hay que cuidar tanto la vida en los primeros meses de su concepción. Luego vendrá la vida y las vidas con todos sus accidentes, ideologías y maneras de vivirlas. Hasta el punto de que según un estudio de YouGov, uno de cada cinco jóvenes europeos apoyaría un gobierno autoritario «en determinadas circunstancias». Su gran desconfianza ante el sistema democrático, en las instituciones nacionales y europeas los lleva a pensar así. Cuidado con esto, porque si no cuidamos la vida, reitero, con todas sus circunstancias, podríamos vernos envueltos en escenarios indeseables que aboquen al recorte de libertades y de derechos.

Celebrar la vida es celebrar el amor, la soledad, la incertidumbre; la compañía, la seguridad y los sueños. De verdad y con sentido; la vida no es un vídeo de YouTube, tampoco las palabras alcanzan al amor, hacen la ausencia; como escribía Alejandra Pizarnik: «Si digo agua ¿beberé? si digo pan ¿comeré?» Por eso en cada giro que ofrece la vida estamos llamados a vivir con hechos concretos, aunque sea harto difícil.

¿Quién tuvo la osadía de afirmar que la vida es camino de rosas? ¿Quién pensó que un sueño anula la naturaleza? Sin embargo, estamos llamados a construir una sociedad donde la dignidad humana se respete, desde un vínculo sólido de verdad. A tal empeño te convoco, porque vivir supone cultivar el deseo de trascendencia que late en el corazón.

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