Otra victoria de las campeonas

Cualquier intento de oxigenar la Federación Española de Fútbol (FEF) que pretendiera inspirar una mínima credibilidad pasaba por la destitución de Jorge Vilda. El cese ... del hasta ayer técnico de la selección femenina se conoció poco antes de la reunión entre el presidente del Consejo Superior de Deportes, Víctor Marcos, y el dirigente interino de la FEF, Pedro Rocha. Puede pensarse que Rocha ofreció la cabeza de Vilda para aliviar la presión del Gobierno, pero la marcha del seleccionador comenzó a gestarse mucho antes del escándalo protagonizado por su patrón Rubiales. El ahora destituido no solo desatendió la rebelión de 'Las 15' jugadoras que reprobaron sus métodos hace un año, sino que prefirió perpetuar una gestión tóxica del combinado de mujeres que, con su triunfo el 20 de agosto en Sidney, no solo se ha ganado la admiración de toda la sociedad, sino que ha exigido cambios. Incluso a costa de renunciar a disputar la Liga de Naciones a las órdenes de un responsable deportivo al que ya había abandonado también su cuerpo técnico. En el marco de las esperadas «medidas de renovación», la Federación sabe que el adiós a Vilda solo es un paso más de los muchos que debe recorrer.

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