De la Torre se la juega y volverá a ser candidato

El candidato socialista, además de hacer la lógica oposición al equipo de gobierno en asuntos como la limpieza, un tema que sin duda malgasta a los dirigentes municipales, tiene que empezar a dar a conocer cuál es su proyecto de ciudad a medio plazo para intentar atraer al electorado. Pérez también debe distanciarse del presidente del Gobierno. No sería muy bueno para él que se paseara por las calles con Pedro Sánchez si no quiere arriesgarse a ser abucheado, no por él, sino por el máximo dirigente del PSOE, que prácticamente no puede salir a calle a día de hoy debido al rechazo que genera. En ese sentido, De la Torre lo tiene bastante más fácil que en las pasadas elecciones municipales, donde consiguió por los pelos revalidar la Alcaldía. Va a tener más suerte porque las municipales se van a tomar sin duda como un ensayo para las generales que se celebrarán unos meses más tarde, por lo que se supone que puede haber un voto de castigo bastante importante contra los socialistas, que además de sus amistades peligrosas con los bilduetarras y los golpistas catalanes, ven impotentes cómo la inflación está más disparada que en el resto de países de nuestro entorno. A ello hay que unir el fuerte ascenso que está experimentando el PP de Feijóo, que ha conseguido remontar en las encuestas después de la etapa oscura de Pablo Casado, cuando los populares parecían desnortados y más pendientes del ascenso de Vox, que ya se ha frenado y que empieza a tener sus primeros problemas internos con la díscola Macarena Olona. A De la Torre también le va a beneficiar el efecto Juanma Moreno, que se ha colado como uno de los políticos más influyentes del país. Su decidida apuesta por bajar los impuestos le está granjeando simpatías y además ya se le ve como otro de los grandes referentes del PP frente al Gobierno de Pedro Sánchez. Ya no sólo es Ayuso la adalid contra el sanchismo.

Por cierto, estaría bien que el alcalde de Málaga siguiera la estela impositiva del presidente de la Junta de Andalucía y cumpliera su promesa de eliminar el impuesto de plusvalía mortis causa, algo que los malagueños de momento no pueden disfrutar y que tantos problemas provoca en miles de familias que se ven impotentes para pagarlo. No se sabe si no ha tomado esta decisión porque su declarada vena de centroizquierda no se lo permite. De la Torre esgrime razones presupuestarias, pues asegura, y lleva razón, que con la nueva ley el Ayuntamiento deja de recaudar un tercio de lo que conseguía antes. Lo que no dice es que antes se cobraba de más, que era ilegal como así estipuló el Tribunal Constitucional, debido a que los ayuntamientos hacían la cuenta del gran capitán y siempre salían ganando se vendiera o no el inmueble con mayor o menor precio por el que se compró. No se puede, por tanto, seguir cobrando lo mismo por algo declarado ilegal. Pero no hay que llevarse a engaños, la eliminación de la plusvalía mortis causa es una decisión ideológica, como ocurrió en Andalucía con el impuesto de sucesiones y más recientemente con la eliminación del impuesto del patrimonio y la rebaja en los tramos autonómicos del IRPF.

Queda menos de un año para las municipales, por lo que a partir de ahora se va a entrar en un larguísimo periodo de precampaña en la que sin duda uno de los puntos de interés va a estar en quién será el número dos del alcalde en la lista, porque también es lógico pensar que en un momento dado se pudiera producir por razones estratégicas un traspaso de poderes a mitad de legislatura. Aunque primero el PP tiene que ganar y De la Torre tendría que permitirlo...