La sombra de un apagón
La palabra apagón descompone al personal después de la última experiencia vivida. Sin embargo, nadie se despeina cuando expertos, profesionales y responsables políticos comienzan a ... advertir de que hay proyectos que nacen con la alargada sombra de no tener asegurado el suministro eléctrico. Y es algo muy fuerte que merece tomárselo muy en serio. Con el problema actual de la falta de viviendas, que deriva en un aumento de su coste y tras sentenciar a las destinadas a uso turístico como si fueran las culpables de todos los males, resulta que por muchas estrategias y planes para impulsar la construcción de inmuebles y de promociones de protección oficial no podrían ejecutarse tantas como se pregonan porque no tienen garantizado tampoco el suministro de luz. Y mientras no se eleva a categoría de problema mayúsculo semejante circunstacia se nos va la vida echando balones fuera y buscando responsables en la industria turística, que es la que tira de la economía y la que genera riqueza. Quizá sea parte de la estrategia desviar la atención del foco principal que es que la potencia de la red eléctrica no da para más y que para ampliarla hay que realizar fuertes inversiones detalladas por las grandes empresas del sector en informes que, a la vista está, duermen el sueño de los justos en los cajones del Ministerio competente y de la empresa pública Red Eléctrica, que debe velar porque en cada rincón del país se pueda encender una bombilla, una calefacción y una placa en la que poner el puchero, pero también por establecer nuevas instalaciones que garanticen el desarrollo de la provincia. Pero es que, además, la cosa no se queda ahí. El pasado lunes, el consejero de Industria, Energía y Minas, Jorge Paradela, avisó de que proyectos del calibre del tercer hospital o de la ampliación del aeropuerto no tienen asegurada aún la potencia eléctrica. Es decir, es como empezar la casa por el tejado. Y aunque en estas declaraciones habrá algún tinte político, lo cierto es que el Gobierno tiene limitadas las inversiones en nuevas redes. El consejero reclamó con ahínco al Ejecutivo que elimine esos límites, reivindicación a la que se suman los empresarios que advierten de que está en juego el desarrollo de una provincia que es el pilar económico de la región con el turismo como gran industria. No es de recibo que proyectos ilusionantes que garantizan el futuro de la Costa del Sol se topen con la amenaza de nacer apagados. A la vista está que ha llegado la hora de dejar de jugar al despiste con relatos programados y ponerse a trabajar en lo que urge para el avance de las ciudades y el bienestar de los ciudadanos.
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