Pedro Sánchez e Isabel Rodríguez. EFE

La sedición según el NO-DO

REPASO SEMANAL ·

Javier Recio

Málaga

Domingo, 13 de noviembre 2022, 10:37

Mentiras Sánchez Producciones nos ha obsequiado con un nuevo capítulo. El presidente del Gobierno que prometió en campaña más mano dura contra los golpistas catalanes ... ha vuelto a hacer lo contrario. El líder del PSOE aseguró que iba a incluir en el Código Penal un nuevo delito, el de convocatoria ilegal de un referéndum, y lo que ha anunciado es que va a suavizar las penas por sedición, que ya no se llamará así, sino desórdenes públicos agravados, bonito eufemismo para blanquear la acción de los que quieran romper la unidad de España. Lo peor de todo es que Sánchez no lo hace por convicción, por querer adecuarlo a la legislación europea (algo que es completamente falso) como predica en el desierto para intentar convencer a alguien más allá de sus adláteres, sino por pura conveniencia política. Por aguantar un año más con el voto de ERC a los Presupuestos Generales del Estado, amén de asegurarse su apoyo cara a la legislatura venidera si le volviesen a dar los números para conformar Gobierno. El PP le quitó la careta al presidente del Gobierno cuando estaba a punto de cometer un error garrafal entregándole el control del CGPJ. Le acusó con razón que ya tenía pactado bajar la gravedad del delito de sedición, que pasará de tener un castigo de 15 años de cárcel a uno de 5 años. Tres veces menos. No está mal el favor para que los fugados vuelvan a España y se enfrenten a una condena bastante menor, que les permitiría salir a la calle en un par de años. Eso si no los indulta, como ya hizo con los políticos catalanes que fueron condenados por el Supremo como Junqueras, que gracias a la revisión de la sedición podría incluso presentarse en las próximas elecciones catalanas. Con un poco de suerte alcanza el Gobierno para volverlo a hacer, que es lo que dijo el líder de ERC, que sí suele cumplir sus promesas, por muy malvadas que sean. El presidente del Gobierno parece no tener límites, no tiene reparos en hacer una y otra vez lo contrario de lo que promete, sin importarle la fragilidad en la que deja al Estado frente a esta banda de delincuentes. A nivel político, parece estar actuando como un cooperador necesario e incluso como un inductor animando a los demás a cometer actos que dañan la unidad del país. Todo por La Moncloa, nada por la Patria. Los barones socialistas que se enfrentan antes que él a unas elecciones, las autonómicas, y los candidatos a las municipales no sabrán dónde meterse ante el cúmulo de despropósitos que está cometiendo este hombre, que no tiene ningún tipo de escrúpulos. Es difícil vender ante el electorado una actuación de este tipo. Quizá por ello, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez , planteó el jueves en un foro que el Gobierno tuviera un espacio reservado en los medios de comunicación, tanto públicos como privados, para que ellos pudieran insertar ahí sin que pasara por el filtro de un periodista las 'magníficas' noticias que aporta a la sociedad la acción del Gobierno. ¡Qué es eso de que no puedan comunicar lo realmente importante porque los malvados periodistas se fijan en otras cuestiones de actualidad! Le parecerá poca la ayuda que tienen ya de determinados medios públicos y privados y quieren instaurar como hizo Franco el NO-DO, aquel noticiero que ofrecía a los españoles las bondades del Gobierno del dictador. A la portavoz del Ejecutivo hay que recordarle que ya existen en los medios de comunicación espacios reservados para que el Consejo de Ministros exprese lo que quiera. Se llama publicidad, se paga y santas pascuas, pero bajo ningún concepto el Gobierno puede atacar de esa manera un derecho constitucional como es el de la libertad de expresión y de información, así como el acceso a las misma, lo que no está ocurriendo por ejemplo con el caso de los fallecidos en el asalto a Melilla. El ministro Marlaska no había dado toda la información y ahora se ha sabido que los inmigrantes murieron en suelo español. Sin embargo, sigue aguantando y no dimite ni es destituido, quizá porque tiene que saber más de la cuenta sobre el hackeo que le hicieron al teléfono del presidente del Gobierno por parte de los marroquíes. ¡Qué más da, todo se olvida en dos telediarios!, pensará, aunque la portavoz del Gobierno le aconsejará incluir el NO-DO previamente a los informativos para que todo el mundo sepa por ejemplo lo buenísimo que es para el país que la sedición pase a ser un desorden público 'agravaíllo'.

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