A los políticos no les gustan los periodistas. Ni los cómicos. A no ser que estén de su parte. Que Trump lo demuestre no solo ... con hechos sino con palabras no lo hace más peligroso que otros, salvo por el resultado. Y claro que en su bocachanclismo vemos barbas remojadas. Colbert, Kimmel, el que venga. Como respuesta, los que pueden venir/irse (Jon Stewart, Jimmy Fallon o Seth Meyer) alabaron sin límite a Trump. Son cómicos. Sin duda da igual que Trump dijera en enero que iba a parar toda la censura gubernamental y devolver la libertad de expresión a Estados Unidos. La libertad de expresión que no vaya contra él. Que no es Bartlet. En la Fox dijo que la libertad de expresión se había convertido en algo por lo que «puedes hacer lo que quieras». Libertinaje. Lo mismo da Bolaños y sus bulos. Lo de que la idea de su legislación es «promover una mayor calidad en el debate público». No, es lo que siempre quieren hacer los políticos. Callar bocas.
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