El milagro español

Cita en el SUR ·

Pablo Aranda

Málaga

Sábado, 27 de abril 2019, 00:02

Mañana votamos y por la noche conoceremos los resultados y empezaremos a hacer cuentas y cábalas que también harán los candidatos, jóvenes sobradamente preparados que ... hablan inglés. El milagro español era esto, esta plantilla de hombres entre los que se encuentra el próximo presidente del Gobierno, que a lo mejor es el mismo que ya hay. Hemos crecido y somos delgados y casi todos muy bien peinaditos. Somos europeos y educados, al menos así a simple vista, cuando nos vemos, o los vemos a ellos que se parecen tanto a nosotros, debatiendo de pie, siguiendo consejos de asesores que se acercan en los intermedios y son todavía más como nosotros, pues también hay mujeres y altos y bajos y alguna persona gorda que se mirará por las mañanas al espejo de la puerta del armario y se sujetará los michelines, calibrando el desagrado, como hacemos nosotros, capaces de decir gordo en varios idiomas. Todavía fumamos, pero no nos drogamos, creo. Desde luego no nos pinchamos y la paz social se ha recuperado en gran manera, aunque no la paz interior que nos vuelve furiosos y a veces nos da por molestar a la persona con la que nos cruzamos.

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Fuman hasta los obreros especializados que reparan la catedral de Notre Dame. Uno está subido al tejado altísimo y no tiene tiempo de quitarse el arnés, bajar hasta la plaza donde estamos nosotros haciéndonos un selfie y echar un cigarro con el pie apoyado en un árbol, entonces fuma arriba. Hasta siete colillas han encontrado los bomberos en el tejado de Notre Dame. Hasta siete imagino que son siete. Pero el fuego no lo provocó una colilla aunque una colilla puede provocar fuego y por eso se prohíbe fumar pero fumaban. Los obreros especializados son también como nosotros, que manejamos el móvil mientras conducimos. Manejar el móvil mientras se maneja no incendia catedrales, aunque atropella niños. Los que fumamos tiramos las colillas al suelo y alguien las tiene que recoger para que la OCU no diga que no se limpia bien, como ha dicho de Málaga, donde se limpia regular pero sobre todo se ensucia mucho y eso lo hacemos nosotros, que sabemos decir mierda en varios idiomas. El estudio de la OCU coincide con el de la EPA, que indica que la subida del SMI no ha empeorado el empleo. Imaginábamos exobreros y exoficinistas fumando desolados por las esquinas, sin saber a quién votar mañana, tristes indecisos como nosotros, que siguen con su trabajo que a menudo es una basura por la que nos han exigido hablar inglés y peinarnos. La primera vez que subí al Torrecilla, el cielo de Málaga, me encontré con un tipo fumándose un porro allí arriba. Hubiese preferido una cabra montés. No sé qué hizo con la colilla ni si hablaba inglés, porque yo, exhausto, traté de decir hola y me salió un gruñido en un idioma caucásico. El tipo aquel a lo mejor pensó que ya no puede uno ni fumar tranquilo. ¿A quién votará ese hombre de pulmones negros? Aún no lo sabrá. Como nosotros.

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