La rotonda

Menudo 'chuletón'...

Sábado, 6 de septiembre 2025, 02:00

Lunes, 1 de septiembre. Restaurante del centro de Málaga. Dos amigos se reencuentran tras las vacaciones y deciden quedar a comer. «Estoy repleto de espetos ... y pescaítos, me apetece carne». De acuerdo los dos, entran en el local y se sorprenden del enorme vacío. Apenas 7 comensales. «Mire», le dicen al amable camarero, «sólo queremos carne, un buen chuletón y nada más». Les exponen un chuletón con más blanco que el Real Madrid. «No, por favor, otro». «Tenemos éste de vaca india (sic), pero es más pequeño, sólo 1,5 kilos». Bueno, si le quitas el hueso y demás salimos a una ración normal. «¿Con unas patatas y unos pimientos?» «Pues sí, pero muy poquitos, casi una muestra». El amable camarero pregunta si no querrán algo de entrada mientras viene la carne a su punto. «Dos anchoas». Y dos anchoas, literal, una y una, llegaron. Al final, la cuenta y sorpresa. Chuletòn de 1,5 kilos, 210 euros; pimientitos, 7 euros; dos anchoas, dos, 8 euros; dos copas de vino Brega de la barra, 19 euros... «Nos está abandonando el cliente local», se quejaba un empresario de restauración del centro. Normal, con estos precios ¿qué esperan...? Entre una cosa y otra, con un solo plato, sin vinos caros, sin postre, dos personas, nadie, puede pagar poco más o menos 300 euros y pensar que todo va a seguir igual. Hablábamos la semana pasada en esta Rotonda del turismo y de los precios, y decíamos que si bien el turismo no tiene culpa de lo caro que está todo, los empresarios, especialmente hoteleros y de restauración, no pueden pensar que la gallina de los huevos de oro va a 'vivir' siempre. No podemos mantener este ritmo de vida, que para nada se acompaña con el de los salarios. Puede que un turista no discuta una factura (comprobada) como la referida, pero es una barbaridad que se cobre ese dinero, a un malagueño, a un londinense o a un berlinés... El lunes, no pocos restaurantes se encontraban medio vacíos en el centro de Málaga, y sin embargo las calles estaban llenas, quizás ello explique también que cada vez hay más supermercados (de dudoso y difuso gusto en su diseño exterior que es un atentado a los puntos históricos donde se ubican, léase Carrefour Exprés en plaza del Obispo y en la Constitución), y es porque entre unos y otros estamos dando pie al turista del sandwich y el 'donsimón'. Urge una reflexión de los mismos que han aprovechado el tremendo boom de Málaga en los últimos años y se den cuenta de que todo el monte no es orégano. Con precios como el de una chuleta de 1,5 kilos (con un señor hueso por cierto, sin que nadie advirtiera del precio) por 210 euros mal vamos. Es el morir de éxito del que aquí también advertimos. ¡Menuda chuleta les 'pegaron'!

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