Juan Vega parece hablarle a la Virgen del Carmen del Puerto tras su entronización y bendición. SUR
HORIZONTES CERCANOS

Con fe se llega a la gloria

La Virgen del Carmen del Puerto, de Juan Vega, es una de las grandes obras de la imaginería andaluza de este siglo.-Una imagen con técnicas del Renacimiento y del Barroco que invita a rezar...-Y muy posiblemente a la Virgen se encomendó Jiménez Fortes al recibir al 'palmosilla' de más de media tonelada a 'puerta gayola' en Pamplona: salió a hombros.-Málaga tiene que preparar un gran 'Año Revello'.

Domingo, 20 de julio 2025, 02:00

Los muchos malagueños que gozamos con nuestras tradiciones y costumbres, cada uno como quiera hacerlo, nos revitalizamos con la clara explosión popular que cada año ... se repite el 16 de julio, festividad de la Virgen del Carmen. Los barrios más populares del litoral malagueño se lanzan al rebalaje (término casi exclusivamente malagueño y granadino, por cierto) para honrar a la Patrona del mar. Ver la que se lía en El Palo, Pedregalejo, La Carihuela y en tantas otras zonas de origen humildísimo, llena de autenticidad en este mundo tan globalizado y 'de corta y pega'.

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Y en la víspera de este 16 de julio de 2025, un acontecimiento que pasará a la historia, y si no al tiempo: la entronización y bendición de la imagen de la Virgen del Carmen que preside la recuperada Capilla del Puerto, cuyos orígenes datan del siglo XVI, cuando los hombres de la mar se encomendaban en misa a la Madre de Dios solicitando su protección y ayuda. Esa capilla, histórica y recuperada por el buen hacer de la Autoridad Portuaria, con Carlos Rubio a la cabeza, cuenta ya con una imagen divina y nunca menor dicho, obra de ese gran imaginero que es Juan Vega, quien pasará a la historia entre otras cosas porque esta Virgen del Carmen del Puerto (vayan a verla, es impresionante, y ojalá recuperemos la tradición de donar 'diezmos' para las familias destrozadas por una mar que es tan hermosa como feroz e imprevisible) será considerada con el paso del tiempo como una de las mejores tallas realizadas en el primer cuarto del siglo XXI en Andalucía. Vega, que no para de recibir parabienes por su obra, sabe lo que ha hecho, pero sigue humilde: «No me digas eso...», repetía ante la anterior afirmación. «Cuando se me encargó la talla, todos coincidimos en que tenía que ser una Virgen sedente, en madera de cedro, a tamaño natural, y tiene como gran característica que está totalmente dorada en oro fino y bruñido (proceso final mediante el cual el pan de oro, una vez adherido a la superficie, se pule cuidadosamente con una piedra de ágata u otra herramienta suave para obtener un acabado liso, brillante y espejado), estofada con temple al huevo y policromada al óleo...», afirma Juan Vega, quien ha utilizado una técnica antigua de policromía muy compleja (la del 'estofado al huevo') que se utilizaba por los escultores del Renacimiento y del Barroco, y que aún al día de hoy se sigue poniendo en práctica con la idea de dotar a las imágenes que reciben este tratamiento de aspecto añejo, que no parezca que está recién hecha... La imagen, clásica de la Virgen del Carmen, llama la atención por su expresión, dulce y magnética, que aporta una tremenda serenidad y da impresión de cercanía, cumpliendo la máxima agustiniana: la belleza conduce a Dios, porque hace visible lo que es invisible. Eso ha hecho Juan Vega, ni más ni menos. «Es una imagen que invita a rezarle», señalaba uno de los afortunados que vivieron el acto de inauguración. El rezo que seguro de felicidad hizo ese 15 de julio en los Horizontes Infinitos Inés Robledo, quien en vida puso todo su empeño en recuperar y devolver al culto esa hermosa capilla, que en sus viejas piedras atesora una buena parte de la historia de la Málaga más popular, la que 'reventó' de felicidad el día 16, festividad de Nuestra Señora del Carmen. Vayan a verla, recen y admírenla...

No se sabe si pensaba en la Virgen del Carmen, pero no extrañaría para nada que así fuera. Domingo, 13 de julio. A tres días vista de la Patrona del Mar, en tierras 'de adentro', en Pamplona, minutos después de las seis y media de la tarde. Curro Romero, el 'faraón' de Camas, sólo toreó una vez en Pamplona: «No vuelvo porque con tanto ruido me duele la cabeza...», haciendo alusión a la enorme fiesta con que se sigue desde los tendidos por los mozos. Genio. Son los Sanfermines una fiesta de ruido y chupinazo, y los toros no podían ser una excepción. A la referida hora de ese día, un malagueño que busca el éxito y la gloria del traje de luces a base de valor y sangre, que tiene que demostrar cinco veces más lo que otros, que se la juega cada tarde ante los toros, y además torea bien, muy bien. Andaba despacito, con su estilo peculiar ayudado por su figura alta y delgada, «semejante a la de un lápiz», (que bien podría haberlo descrito el gran Chaves Nogales), lentamente, con el capote arrastrado de su mano izquierda, marchó ante los chiqueros para recibir 'a puerta gayola' a un cornúpeta de más de media tonelada de La Palmosilla. El tiempo pareció pararse, y el ruido cesó como por arte de magia. Un silencio 'que olía a muerte' (Chaves Nogales otra vez, que se cumplen 90 años de su novela 'Belmonte'). Era una estampa mágica. Mirada perdida. ¿Mente en blanco?... Arrodillado esperó Fortes al toro. Se santiguó, se humedeció los labios secos con su lengua, y con la mano derecha le hizo al torilero un gesto equivalente a «abre la puerta, que ya estoy listo»... Y salió ese inmenso 'trailer con cuernos' (que diría Pacurrón, otro grande...) al que el malagueño le hizo una gran faena. Una oreja. Y en el segundo, otra. Y de ahí a la puerta grande a hombros. Nueve años había tardado en volver a Pamplona. Lo dicho, unos hacen poco y lo reciben todo, y otros, como Jiménez Fortes, hace todo y más, pero es como si le costara el doble... Otro triunfo. Con fe se llega a la gloria. Sin miedo. O con mucho, que da igual. «Sin miedo no se puede ser torero...» (Curro Romero dixit). «O en camillas o a hombros», declaró a la televisión en blanco y negro de entonces el histórico 'Platanito', el maletilla de la historia, cuando los había...) antes de su peleado debú en Vista Alegre. Pues eso, que el malagueño salió a hombros. Gracias a Dios y a su Madre bendita. Merece Fortes un mejor trato empresarial. Fue la estampa del día. Esa tarde, los relojes se pararon, la estampa fue de las que nos enseñan los libros de historia del toreo y Fortes alcanzó también la gloria.

Revello de Toro hizo en 1969 un bellísimo óleo de la Virgen María con su hijo. La obra, una maravilla, está en un oratorio privado abierto al culto en Málaga, cerca de donde el artista jugara de niño allá por los años 30 del pasado siglo. No se titula 'Virgen del Carmen', pero es una imagen carmelita. Félix ya ha superado los 99 años y va camino de su centenario, y Málaga tiene que responderle porque ha sido siempre generoso, mucho, con su tierra. 2026 (el 9 de junio cumple el centenario) debe ser el 'Año Revello', y Ayuntamiento y Junta tienen que unirse en el esfuerzo. Mientras llega, el Museo con su nombre empieza a hacer cosas, como el I premio de pintura que lleva el nombre del malagueño patrocinado por Fundación La Caixa dotado con 6.000 euros. Las bases, en su web. Todos pueden aspirar a ganar, porque, no lo olvidemos, con fe siempre se llega a la gloria. Sean felices, que hay que pensar que nos lo merecemos...

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