Hay festival en casa

VOLTAJE ·

Tener miedo supone anticiparse a algo que lo más probable es que no suceda nunca

Martes, 26 de julio 2022, 08:08

Hay una maleta recién hecha que vibra por volver a casa y hay unos globos que se inflan con el helio más puro de un ... país extranjero. Hay una novela que se llama 'La ciudad de los vivos', la escribe un tal Nicola Lagioia, y me está pareciendo la bomba, una historia terrorífica, ambientada en Roma: «La capital de los vicios. El más hermoso cesto para estas manzanas podridas». Me gusta tener libros que ha subrayado una persona que no soy yo, porque así puedo recibir el fogonazo de un deslumbramiento del otro.

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Hay una artista especializada en 'performance' que se pasea junto a mí por una playa blanca, transparente, y pienso por un momento en una de las películas más emocionantes que he visto en este tiempo y que se llama, en inglés, 'The Lost Daughter' (o 'La hija perdida') y cuyo título ha sido traducido como 'La hija oscura', no se sabe bien por qué. Hay otra película, 'Bajo la arena', de François Ozon, que me hace pensar en el Mediterráneo y en todas las pérdidas, en las cosas que se lleva el mar, que no siempre devuelve lo que no es suyo. Hay un festival de literatura que se llama 'Hay festival', una de las ediciones se hace en Segovia, y es posible que vaya y que os lo cuente. Escribo esto desde otro festival que responde al nombre de Atlántida, propone un verano que es puro cine, empieza en Mallorca y sigue proyectándose en el salón de casa durante todo el mes de agosto, gracias a Filmin. Montar festivales domésticos es una tentación permanente que se resuelve mucho mejor cuando se hace en buena compañía.

Hay varias películas de este festival y no las quiero ver solo. Publicaré pronto una lista con las que más me gustan. Hay una sentencia que celebro y que se ha emitido contra el acosador de la escritora y artista Paula Bonet. Ha intentado hacer de su vida un infierno durante tres años que se habrán hecho eternos. No se puede acercar a ella durante 10 años. Poco me parece: no debería poder acercarse a nadie durante toda la vida. Hay una cruzada contra el terror de la que quiero formar parte, porque tener miedo supone anticiparse a algo que lo más probable es que no suceda nunca. Ahora mismo creo que no lo tengo. El verano asoma con todo el brillo del mundo y se dispone ante nosotros como una orilla infinita que propone descanso. El mundo a veces se tuerce y aniquila las posibilidades de un futuro mejor, pero llega el verano, y la mudanza al paraíso que tenemos tan cerca, enfrente de casa, donde estás tú.

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