Contra el feminismo
El rayo verde ·
La estrategia de Vox de bombardear, para empezar, la lucha por la igualdad de las mujeres es una campanada para que sepamos a qué atenernos ... en este 'cambio de ciclo' político. En el marco de la estrategia, es evidente que pone en riesgo la mayoría de derechas en la Junta de Andalucía y podría abocar a nuevas elecciones, que es con lo que sueña el PSOE-A, y que obliga a PP y Cs a retratarse ante sus socios de ultraderecha, con las consiguientes repercusiones en el electorado nacional ante las futuras citas con las urnas. A ver qué pasa de aquí a quince días, qué vericueto inventan para saltar el obstáculo ante San Telmo.
Publicidad
Es también la primera muestra evidente de que existe toda una 'estrategia Banon' en la política española. Es decir, el populismo de Trump habita entre nosotros. No hay más que ver cómo se está haciendo política a través de Twitter, cómo se lanzan mentiras sin fin y comienza el hostigamiento a los medios, con acusaciones de manipulación. No tardarán en azuzar a sus bases contra los periodistas, y si no, al tiempo. Contrarrestar las falsas noticias es cada vez más un imperativo democrático, cívico, como es necesario que la sociedad se arme y no se deje llevar por la sinrazón.
La exigencia de Vox de ir desmontando la Ley contra la Violencia de Género es sobre todo un golpe al más grande de los avances de este siglo, el que ha logrado el feminismo, y también el reconocimiento, implícito, de la ultraderecha a la fuerza que las mujeres han logrado demostrar. Muestra que entre el machismo más profundo se ha declarado la guerra para no ceder un ápice de poder. Nos quieren de nuevo sometidas, desprotegidas, atemorizadas, minusvaloradas, ciudadanas de segunda.
Por eso creo que no es solo una cuestión de ver quién gobierna sino mucho más. El órdago de Vox implica a hombres y mujeres, a los del PP y Cs en especial, que deben demostrar de qué lado están, qué sociedad quieren para sus hijas e hijos, si su compromiso con la igualdad es real o de boquilla. Ya se ven muchos que aplauden, siquiera en la intimidad, estos alegatos ultra contra la mitad de la población.
El feminismo no es una cuestión partidaria, sino que trasciende las siglas de las formaciones parlamentarias y tiene un calado social que une ideologías, edades, condiciones sociales, procedencia. Ya quisieran los partidos tener su fuerza. Los avances conseguidos, no muchos, se van a defender con uñas y dientes. El desafío de Vox, aunque sea el de un grupo pequeño que no tiene más que 12 escaños en un Parlamento regional, no se debe minimizar. Si bien es claro que están en esta estrategia campanuda y provocadora, para que hablen de ellos aunque sea mal y los demás le hagamos la campaña, la amenaza no es menos cierta. Hay cientos de testimonios, literarios,artísticos, personales, de cómo la incredulidad de la población en la Alemania de Weimar, que nunca pensó que los nazis serían capaces de llevar a cabo las barbaridades que anunciaban, propició el desastre.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión