Urgente El terremoto con epicentro en Fuengirola es de magnitud 4,8: así se ha sentido en toda Málaga

Entrepreneurs

Domingo, 2 de noviembre 2025, 01:00

Los fans de Pantomima Full nos hemos lanzado con voracidad sobre 'Entrepreneurs', su debut en el terreno de las series convencionales. A algunos les ha ... decepcionado; estamos de acuerdo en que la trama no es de Emmy ni estamos ante la 'The Office' española, pero yo confieso que la estoy disfrutando, no tanto por el argumento sino por cómo recrea el postureo emprendedor: los estereotipos, los perfiles, las referencias, la jerga... Creo que a los que nos movemos en el mundillo startupero (y más concretamente a los que lo conocemos de cerca pero no nos sentimos parte de él) nos genera un placer malévolo reconocer en la pantalla personas o situaciones que hemos conocido de cerca. El niño de papá que va quemando billetes por la vida, el surfero pijo metido a 'entrepreneur', el que vendió una empresa por pura chorra y se cree Steve Jobs, el aspirante a 'criptobro', el o la 'coach' que vende consejos que para él o ella no tiene, el que aprovecha los 'networkings' para ligar y se cree que LinkedIn es el nuevo Tinder... En mi cabeza no paran de surgir 'matches' entre los personajes de la serie y personas de carne y hueso que me he cruzado en algún momento.

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Me aseguran que el burbujeo emprendedor sigue efervescente en Madrid. Hay dinero; hay mucho 'hijo de' salido de escuelas de negocios y metido a 'entrepreneur'; hay muchos fondos con dinero y ganas de invertir y la fiebre de los coworkings -hábitat por excelencia de toda la fauna que retratan los Pantomima en su serie- aún no ha empezado a remitir. Justo ayer, por cierto, me llegaba una nota de prensa de una conocida cadena de coworkings que lanzaba su propio perfume... Si es que la realidad a veces supera a la ficción.

En Málaga, en cambio, hace tiempo que pasamos página de todas estas chorradas. Me he dado cuenta al acordarme de las cosas que llegamos a ver por aquí en la época álgida del 'vaporware'. ¿Alguien se acuerda de la fiebre de las aceleradoras de startups, que solo el Ayuntamiento montó cuatro? ¿O de que se organizaban macroeventos de networking, sin charlas ni 'pitches' ni nada, donde iban miles de personas a tomarse cervezas e intercambiar tarjetas? ¿Y qué decir del Club Málaga Valley, aquel evento que reunía dos veces al año a señores muy importantes que hacían brindis al sol ante nuestra atentísima mirada?

Sí, se puede decir que pasó la burbuja emprendedora en Málaga (menos mal) y lo que ha quedado es mejor. Porque es real, básicamente. Podemos discutir sobre si surgen pocas o muchas startups en la ciudad; el caso es que surgen. Ahí sigue Málaga Tech sacando nuevos proyectos a la palestra en sus Outstandings y construyendo comunidad en la cantera emprendedora. Y hablando de comunidades, también están las chicas de Yes We Tech, los Google Developers Groups, la gente de la 'ciber', todo lo que se mueve alrededor de 42 Málaga, los 'guiris' (emprendedores de habla inglesa afincados en la Costa que montan sus propia redes)... Y mucha, mucha gente haciendo cosas por debajo del radar: eso lo había antes (Joaquín Cuenca, Bernardo Quintero o Manu Heredia empezaron así) y lo sigue habiendo ahora.

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