Crecer hacia adentro

DECIUDAD.ES ·

Viernes, 23 de septiembre 2022, 07:54

Málaga crece, año a año aumenta en número de habitantes. Aunque en la costa abunden los edificios de apartamentos, a la ciudad le faltan viviendas. ... Las ciudades históricas que gozan de buena salud se han operado más de una vez. Unas antes, otras después, todas sufrieron operaciones de reforma interior. Barrios enteros fueron demolidos, para renacer entre calles más anchas. Los bulevares de Haussman, arrasaron parte del Paris que sobrevivía desde el medievo con casas de madera entre calles impenetrables, un caserío «presa fácil» del incendio y de la propagación de epidemias.

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Madrid, antes de su ensanche, se atrevió a perforar su centro para tallar entre calles estrechas la avenida más neoyorkina fuera de América, la Gran Vía. Barcelona tras ensancharse modélicamente con Cerdá, aprovechó su 92 para «estirarse» hacia al mar, acosta de borrar del mapa el Poble Nou, un barrio de infraviviendas y naves que pasó a ser la villa olímpica con vistas.

Hasta el PGOU de 1984, Málaga crecía cabalgando sobre sus caminos como el de Casabermeja y estirándose a lo largo de sus carreteras de Almería y de Cádiz. Aquel plan sensato planificó la expansión de la ciudad en la única dirección posible, el oeste. Hoy dicen que hay que crecer más allá del PTA. Pero no es lógico que haya que irse a dormir en línea de adosados a través de Pizarra y Cártama cuando hay amplios sectores de la ciudad mal construidos.

Antes de macizar con ladrillos la vega del Guadalhorce, donde aún hay regadío, Málaga puede crecer renovándose. Gran parte de su edificación residencial está obsoleta. Su escaso valor como construcción hace absurda su rehabilitación, mientras que su uso en su estado actual implica un alto coste energético para sus moradores. Muchos edificios deben ser sustituidos por otros más adecuados a la realidad que vivimos, a la eficiencia energética y a las enseñanzas que en materia de ventilación ha dejado la pandemia del coronavirus.

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Solo la renovación de barrios enteros permitirá regenerar partes de la ciudad hoy lastradas e inconexas, al borde del gueto. Nuevas edificaciones que enmarquen nuevas calles. ¡Qué no nos vengan con megalópolis y ciudades-territorio! El crecimiento de nuestras ciudades es nuclear y debe ser polinuclear a partir de un tamaño. Ni la ciudad difusa o dispersa, ni la rural-urbana son sostenibles en un futuro próximo. La vivienda en altura es más ecológica que la adosada. Calles entre edificios abaratan los servicios de transporte y basura. La ciudad compacta es la más ahorradora.

Málaga responde al modelo de ciudad compacta, por eso aún es apetecible a pie. Renovación de la edificación y ensanche de vías, son las pautas para crecer hacia adentro. Cuaderno de Bitácora para una ciudad con amplitud de miras.

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