Carles Sánchez Puigdemont

Domingo, 8 de octubre 2023, 02:00

El secesionismo catalán es una gran mentira con presupuesto. Puyol y los cuarenta ladrones. La corrupción como forma de gobierno. El sexo con gatillazo de ... la política. La Ramblas de Nacho Vidal. El Camp Nou con aluminosis y sin independencia. Guardiola con las ligas de Negreíra. La raza como lengua. Pedralbes con sus bolsillos llenos. La privatización del espacio público. La Iglesia de Sor Lucía Carám y Junqueras. Jorge Javier y sus cuentos chinos. Waterloo sin Abba y con Puigdemont. Pedro Sánchez a su rescate.

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Hoy en Barcelona, los ciudadanos libres e iguales, están gritando al mundo entero que el problema catalán no es un asunto doméstico español que cabe en una foto de Yolanda Díaz para los padres del colegio de su hija. Que los siete diputados de Junts no son sólo los destinatarios de las trece monedas de plata del sanchismo. Es un problema para las democracias occidentales incluida la Europa irreconocible de Ursula von der Leyen y su poni devorado por los lobos. España no puede ser un país donde los responsables políticos de la Unión Europea vengan como turistas a la Alhambra. Los españoles estamos obligados a combatir la idea totalitaria de que nuestra democracia es un régimen cobarde de amnistías, referéndums ilegales y condonación de deudas que cede al chantaje. La desigualdad y el ventajismo que va aceptar Pedro Sánchez para mantenerse en el poder, deben ser combatidos con todas las armas que el Estado de derecho pone en nuestras manos.

Carles Sánchez Puigdemont debe saber desde hoy mismo que un prófugo no es una persona que está de turismo en el extranjero, que la amnistía no es un pacto de silencio sin consecuencias, que mentir no es cambiar de opinión, que la traición siempre es cobarde y que la política no es la madrastra de la libertad por mucho que se empeñe él y toda su ralea.

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