Fuera de foco

Cada cosa no tiene su edad

Sábado, 28 de junio 2025, 02:00

Cada cosa tiene su edad, decimos. Una frase hecha, muy socorrida y algo manida, que deberíamos empezar a desterrar. Porque lo cierto es que cada ... cosa tiene la edad que uno quiera y pueda. Pero nos pasa que estamos programados para que todo encaje en su lugar exacto, en su compartimento estanco, y quien se salga de ese espacio es un raro. Por eso, según dicta nuestra extraña lógica, no se puede bailar a partir de los 40 años, ni actuar más allá de los 70.

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Lo contaba hace unos días en estas páginas la bailarina Sol Picó, Premio Nacional de Danza y ganadora de diez Max, que estrenó en Málaga su nuevo espectáculo. Con 58 años. Desde hace por lo menos diez, le cuestionan por su edad. Así somos los periodistas (y yo la primera). «Claro, me lo pregunta todo el mundo, y a veces de una manera poco elegante. 'Pero todavía en el escenario', '¿y cómo es que contratan a gente mayor?' La sociedad llega a un lugar en el que hay estructuras que no las entiende, y el hecho de que una mujer a partir de los 35 siga dando saltos es un poco raro», decía. Y tengo la sensación de que resulta más extraño si es ella y no él quien sigue colocándose las zapatillas de puntas. Pero si el cuerpo no te retira del escenario, ¿por qué hacerlo por el simple hecho de llegar a una determinada edad?

El último Festival de Málaga celebró una mesa redonda titulada 'Cumplir años no debería estar penalizado en el cine', porque es una realidad que muchos directores y actores veteranos lo tienen difícil para mantenerse en el oficio. El maldito edadismo. Pero también aquí existen, afortunadamente, 'raras' que rompen la norma y demuestran que no hay que dar nada por hecho.

A la antequerana Kiti Mánver, por ejemplo, los años le han traído papeles protagonistas que se le resistían en su juventud. Y además la actriz se expresa sobre el tema con una claridad que desarma a cualquiera que quiera meter el dedo en la supuesta llaga de la edad. «¿Yo madura? Madura eres a los 40 y tantos, ahora yo soy vieja. Está muy despreciada esa palabra, la voy a poner en alza porque a mí no me molesta en absoluto. ¿Por qué hay que tenerle tanto miedo? Una vieja es una persona que te puede dar muchísimo, no es un trasto inservible». Lo decía en una entrevista a SUR con 67 años. Hoy tiene 72 y a finales de agosto estrena su primera miniserie como protagonista, 'Dos tumbas', una de las producciones más esperadas de la temporada en Netflix. Porque una cosa es ser consciente de los años que uno ha vivido (yo, casi 45) y otra muy distinta es que los demás nos digan cómo tenemos que vivirlos.

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