Vox afónica

¿Y qué opina Vox? Justo lo contrario que los partidos de izquierdas, que en las cuentas andaluzas, con la cifra histórica de 40. 188 millones de euros, se dibujan gastos excesivos en partidas que no conducen a nada, según la expresión utilizada por el portavoz parlamentario, Alejandro Hernández en el Pleno este jueves. Aludía a los millones de euros destinados a políticas activas de empleo como cursos de formación a desempleados durante los años socialistas, que el actual Gobierno sigue manteniendo; Además de a las partidas demonizadas por el partido ultraconservador para la memoria histórica (que han disminuido) o la violencia machista (que han aumentado).

Poco quiere decir Vox de las peticiones que ha hecho al consejero de Hacienda, con el que sus representantes siguen hablando dado que, como dijo el portavoz del PP José Antonio Nieto, el partido de ultraderecha sigue siendo el aliado «preferente» con el que negociar y aprobar las cuentas. Un silencio que evidencia que Hernández, en realidad, no está tan descontento con el Presupuesto de Bravo. En el Pleno desveló cuál pretende ser su caballo de batalla en esta negociación con PP y Cs, las partidas para autónomos. Y no es baladí. Andalucía cuenta con más de medio millón de autónomos (545.249). Es la comunidad en la que pese a la crisis sanitaria más ha crecido el número de trabajadores por cuenta propia estos meses de pandemia. Tanto el Gobierno como la Junta han aprobado medidas de auxilio para los autónomos afectados por la pandemia, siendo la política de los ERTE la de mayor efectividad. Vox no quiere quedarse fuera de las medallas que los partidos que gobiernan se cuelgan por estas ayudas. Hay un caudal de votos considerable en juego y Vox quiere, como todos, pescar en este caladero.

Luego están las exigencias más ideológicas, en las que Vox volverá a tensar la cuerda con el bipartito de PP-Cs, como menos dinero para los menores inmigrantes y más para que se devuelvan a sus países; más dinero para la sanidad y educación concertadas y supresión de algunas de las agencias públicas o el adelgazamiento de su financiación. Ya no pide que se cierre Canal Sur, pero en las conversaciones con el PP sí ha estado sobre la mesa el cambio de nombre, según ha publicado 'El País'. Una iniciativa que no es nueva y que parte más por iniciativa del PP, en consonancia con su propósito de suprimir en la imagen corporativa de la Junta todo vestigio de la etapa socialista de 37 años.

En realidad ni el Presupuesto aprobado está hecho para molestar a Vox, ni este parece verse demasiado ofendido por su contenido, pero mantiene el tono hosco y distante con el Gobierno de Moreno a la espera de que a Abascal se le pase el enfado con Casado. Hernández ya insinuó por qué: «Nosotros viajamos poco y menos en tiempos de crisis», dijo en alusión al viaje al centro del líder del PP para marcar distancias con Vox. Lo que está por ver es si el viaje al centro de Madrid lo va a tener que hacer otra vez Elías Bendodo, quien el pasado año fue la tarde antes de la votación en el Parlamento al despacho de Espinosa de los Monteros para hacerle desistir a Vox de la enmienda a la totalidad de las primeras cuentas del bipartito.

Y aunque Moreno insista en su deseo de un Presupuesto sin votos en contra, incluido el PSOE, todos en su gobierno, incluido él, por encima de todo lo que desean es que Vox siga siendo el aliado estable.