La Cuaresma ha llegado. Coincidió su comienzo con el arranque de mes. Da sus primeros pasos. Huele a Semana Santa. Se intuye. Es lo que ... tiene la Cuaresma. Lo expresan preciosas y preciadas celebraciones como el Via Crucis en la Catedral malacitana. Mientras la Cuaresma da sus primeros pasos aún continúa perezoso el Carnaval en distintos puntos de la provincia de Málaga. Y de España. Todo a su debido tiempo es mejor. Y todo con el debido respeto; no es de recibo esperpentos del tipo 'Virgen Drag Queen', con nazarenos incluidos y alusiones a la crucifixión en Canarias; este tipo de expresiones referidas a Islam o Judaísmo serían impensables. De hecho, el presidente de la Federación Islámica de las islas, Tijani El Bouji, expresó su solidaridad con los católicos por el ataque blasfemo. Afirmó: «no quiero ni imaginar que se pudiese hacer algo así con una imagen de Mahoma. Me parece una falta de respeto y he enviado un mensaje de solidaridad a amigos curas». El respeto es necesario en una sociedad que se dice avanzada y progresista. Por eso tampoco tienen ni pies ni cabeza las declaraciones en el parlamento europeo del eurodiputado polaco Janusz Korwin-Mikke que dijo que las mujeres deben ganar menos que los hombres porque son más débiles, más pequeñas, menos inteligentes. Es lo que tiene la democracia. Se eligen a representantes indignos de una sociedad donde el respeto a la dignidad humana, fundamento de la igualdad entre hombres y mujeres debe custodiarse. Por eso sorprende que quien pone el grito en el cielo por las declaraciones de Korwin-Mikke no reparó hace tiempo en que el Diccionario de la Real Academia de lengua española utiliza la acepción sexo débil para definir al conjunto de mujeres. Hasta diciembre no habrá cambio. Y mientras tanto, un paño caliente, un asterisco para advertir que es con sentido discriminatorio o despectivo. ¿De qué sirve tanto empeño político, cultural y religioso si se escapan las mejores? El respeto en todos los ámbitos de la vida es necesario. Un respeto que el próximo miércoles 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, debe hacerse extensivo a todas las mujeres. Desde el inicio de la vida. La desigualdad entre hombres y mujeres es una barrera que aún tenemos pendiente de eliminar. Es vergonzoso e indigno que muchas mujeres sean rechazadas y violadas en su dignidad. Con la mujer no se juega.
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