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Repaso general

Alguien miente en La Concepción

El responsable del jardín utiliza la táctica del calamar y culpa a sus superiores de no darle presupuesto, algo que desmienten el concejal y casi el alcalde / Juan Cassá, pletórico presidente de la comisión de investigación de Limasa / Vargas dimite (por fin) de Podemos

Javier Recio

Domingo, 17 de enero 2016, 11:43

Málaga es muy dada a descuidar aquello que le da valor. Hay dos ejemplos claros muy recientes, que se identifican curiosamente con las mismas siglas, LC. La Cónsula y La Concepción. Al culebrón de la escuela de hostelería, que parece que por fin puede solucionarse a finales de mes (habrá que darle el último cuartelillo a ver si esta vez sí cumplen), se ha unido el de la finca histórica, que está considerada la mejor de Europa en plantas subtropicales. Pues bien, este reconocimiento internacional se traduce en una falta de cuidado tal que se han perdido una veintena de árboles centenarios. La bióloga Blanca Lasso de la Vega ha tenido la valentía de denunciar la falta de mantenimiento que ha provocado estas pérdidas. Hay que agradecer el valor de esta mujer, que no ha dudado en desvelar el problema pese a los quebraderos de cabeza que le pueden acarrear. Sin duda ha actuado como una funcionaria ejemplar. Los datos son muy reveladores. Se ha pasado de una plantilla de 16 jardineros más 20 chavales de la escuela taller a sólo siete. No hace falta ahondar más. Las cifras son elocuentes. Siete personas no pueden cuidar de un jardín de 230.000 metros cuadrados con especies que requieren de una especial atención. El responsable de La Concepción, Luis Medina-Montoya, que ya ha estado envuelto en alguna que otra polémica municipal, se ha defendido con la táctica del calamar. No ha dudado en salpicar a sus superiores del problema. Ha apuntado a Raúl Jiménez, un concejal que también suele estar en más de un follón, y al propio alcalde. Medina ha proclamado su aptitud, o más bien ha clamado que no es un inepto, y que todo se debe a que no le hicieron caso cuando pedía más dinero. La verdad es que los datos reflejan un merma importante del presupuesto, pues se pasó de los 2,6 millones de euros en 2009 al millón y medio actual. Es mucho menos dinero y la verdad, eso del menos es más no suele servir cuando se trata de prestar unos servicios. Jiménez desmiente categóricamente a Medina y el alcalde, que es un hombre muy dado a los matices, dice que no tenía constancia «o no recuerda» que La Concepción tenía necesidades. No es lo mismo no saber que no recordar si sabía, por lo que deja la puerta abierta a recuperar la memoria en un momento dado, como por ejemplo, si apareciera un papel en el que efectivamente se pedían más pelas. Aunque esto es lo de siempre. Llegado este momento lo que toca es culparse mutuamente del problema. Y está claro que alguien está mintiendo en este asunto. Total, que uno por otro, y La Concepción sin cuidar...

Limasa. Arranca la comisión

Otra de las noticias de la semana ha sido el arranque de la comisión de investigación sobre Limasa, que aunque suene muy rimbombante lo que se va a dilucidar es si la ciudad está limpia y si el dinero se destina a sus objetivos. No hace falta indagar mucho para darse cuenta de que la ciudad está muy sucia. Para eso no hacen falta nueve meses de sesiones, teniendo en cuenta además que estas comisiones nunca han servido para nada. Ya es conocido que en política se crea una comisión de investigación para que no se aclare absolutamente nada. Bueno, en esta ocasión sí ha servido para otorgar mayor gloria del líder municipal de Ciudadanos, Juan Cassá, que estaba pletórico cuando resultó elegido para dirigirla. Hasta se le escapó una sonrisa nerviosa al verse ahí, en el mismísimo sillón del alcalde de Málaga. Por unos momentos seguro que se le pasaría por la cabeza ver cumplido su sueño de tener la vara de mando de la ciudad.

Podemos. Dimite José Antonio Vargas

Y el que ya no tiene mando en su partido (tampoco es que haya tenido mucho) es José Antonio Vargas, que el viernes presentó su dimisión como líder provincial de Podemos. La verdad es que lo tenía que haber hecho hace mucho tiempo, porque el joven no estaba de acuerdo con la política que estaba adoptando Pablo Iglesias. Es más, ni siquiera hizo campaña electoral en favor de Alberto Montero en las pasados comicios al Congreso de los Diputados, algo sin duda inaudito. La decisión de Vargas es consecuente con su pensamiento, por lo que la formación morada se quita un problema en Málaga, una de las ciudades donde su dirección fue más contestataria con Madrid a la hora de elegir a los candidatos.

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