Feijóo lanza redes hacia Junts mientras remarca su distancia con el PNV
El PP no solo descarta reconstruir puentes sino que sopesa citar a Aitor Esteban a la comisión del 'caso Koldo', al tiempo que su líder corteja al empresariado catalán
Estaba todo bastante roto, después de que el PNV contribuyera decisivamente para que la moción de censura de Pedro Sánchez desalojara a Mariano Rajoy de ... La Moncloa, pero el divorcio se consumó hace dos años. Alberto Núñez Feijóo se quedó a cuatro escaños –los peneuvistas tienen cinco– de sacar adelante su fallida investidura y pasó factura al partido entonces pilotado por Andoni Ortuzar con una réplica en la tribuna en la que les respondió a la par que a Bildu; un desdén que los ahora dirigidos por Aitor Esteban, oponente del líder del PP en aquella sesión, no han olvidado. Eran los tiempos en los que Feijóo acompañó su frustrado intento de alcanzar el Gobierno con una cadena de convocatorias en las calles contra la ley de amnistía para Carles Puigdemont y el resto de líderes del 'procés' sobre la que se cimentó la investidura de Pedro Sánchez.
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Hoy, mediada la yincana de esta legislatura, el presidente ha perdido la mayoría en el Congreso que le permitió abrir su tercer mandato; el PP cambia sus concentraciones contra el perdón penal a los independentistas –trufadas de gritos y carteles de 'Puigdemont, a prisión'– por otras como la de este domingo contra la corrupción que asedia al Gobierno bajo el lema 'Mafia o democracia'; y el jefe de la oposición lanza redes hacia Junts pidiendo al empresariado catalán de Foment del Treball, con hilo con Waterloo, que influya en los de Puigdemont para avalar una moción de censura enfocada a forzar el adelanto electoral al que Sánchez se niega, mientras remarca la distancia con el PNV. Un PNV al que los populares, para indignación de Sabin Etxea, atribuyen complicidad en «la institucionalización» de la corrupción. Y que sopesan citar al propio Aitor Esteban a la comisión del 'caso Koldo' en el Senado, una vez pase por ella Santos Cerdán y después de que los informes de la UCO hayan plasmado una supuesta contrapartida del exdirigente del PSOE con nombramientos a cambio del apoyo de los nacionalistas vascos a la operación política contra Rajoy.
Si Feijóo albergaba alguna expectativa, más allá de coincidencias puntuales en votaciones del Congreso en asuntos de interés para los peneuvistas, la dio por evaporada cuando éstos y el PSE lograron mantener su Gobierno de coalición en Euskadi con mayoría absoluta tras las autonómicas de abril de 2024. Y después llegaron enfrentamientos a tumba abierta como el aflorado en enero por el traspaso patrimonial a los soberanistas vascos del palacete en París que alberga la sede del Instituto Cervantes; una cesión que los populares vinculan a las contraprestaciones de Sánchez para sostenerse en el poder. Los populares exigen saber ahora si el desalojo de Rajoy lo forjó Antxon Alonso, el socio de Cerdán en Servinabar –la empresa en el epicentro de la presunta trama corrupta por la que acaban de ir a la cárcel José Luis Ábalos y Koldo García–, intermediando con los peneuvistas.
Apelación a los empresarios
«El PNV necesita al PSOE y Junts necesita un milagro», resumen en Génova su posición ante los peneuvistas, que gobiernan las instituciones vascas junto al socialismo de Eneko Andueza, y los postconvergentes, decididos a hacer valer su ruptura con Sánchez aunque ello no signifique abrazarse a una moción que derribe al actual presidente; y acuciados por su retroceso en el poder institucional catalán y la competencia de la ultra independentista. Mientras el PP niega el pan y la sal a los de Esteban sin voluntad alguna de reconstruir puentes y sí de pugnar por el electorado fronterizo, Feijóo apeló el viernes en Barcelona al empresariado para que persuada a los de Puigdemont de que den el paso de acabar con esta legislatura.
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Los aludidos contestaron este sábado de forma desabrida, por boca de Turull, al movimiento del líder del PP exigiéndole que primero «pida perdón» a ese mismo empresariado. Y fuentes de Foment consultadas por este periódico constatan que la negativa de Junts a ir tan lejos como sumándose a una censura de las derechas española sigue inamovible. «Podemos convencerlos para que frenen iniciativas de Yolanda Díaz, pero no más», argumentan estos medios. Pero en paralelo, el discurso de Feijóo en Barcelona, comida incluida, «gustó» al auditorio. Deshielo hacia Junts, gelidez con el PNV.
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