Alberto Núñez Feijóo durante su intervención en los cursos de verano de El Escorial. E. P.

Feijóo incide en que no gobernará con Vox con la batalla caldeada por Torre Pacheco

Pide la deportación «inmediata» de todo inmigrante irregular que delinca mientras los gobiernos del PP plantarán a Rego este jueves en la reunión por el reparto de menas

Miércoles, 16 de julio 2025, 21:17

Alberto Núñez Feijóo espera su momento. Tiene claro que Pedro Sánchez «no va a aguantar la legislatura» y, más pronto que tarde, se verá obligado ... a sacar las urnas a la calle. Entonces, jugará su última bala para dar el salto a La Moncloa y hacerlo en solitario, sin ataduras ni contrapesos incómodos. Es por eso, que el líder del PP no pierde ocasión para apelar al electorado situado a su derecha azuzando la teoría de que elegir otra papeleta que no sea la de su partido puede mantener al dirigente socialista en el poder. «Le pido el voto y quiero que me voten los que han votado a Vox», reiteró este miércoles durante su intervención en un curso de verano de la Universidad San Pablo CEU.

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Pero una cosa es querer y otra poder. Y sin ninguna encuesta que le acerque a la ansiada cifra de los diez millones de votos que apuntale sus planes, Feijóo no cierre la puerta a pactar con Santiago Abascal aquellos «asuntos mollares» para el país «en los que su programa electoral y el nuestro puedan aproximarse». Desde que los voxistas abandonaran en julio de 2024 todos los gobiernos autonómicos de coalición, la relación entre los dos partidos ha sufrido turbulencias y el contacto entre ambos líderes, más allá de su reunión hace unas semanas el Congreso, era prácticamente nulo. «Ahora dicen que les renta más no gobernar juntos», recalcó Feijóo, hecho al que se aferra para ese gobierno monocolor al que aspira.

La cuestión migratoria tras los disturbios racistas en Torre Pacheco ha reavivado la batalla en la derecha y abierto más aún la brecha entre el PP y Vox. El jefe de la oposición acusó a la formación ultraderechista de «faltar al respeto a sus votantes y a la inteligencia de los españoles» al reiterar una y otra vez el mensaje de que PSOE y PP son lo mismo y señalarles como los culpables del aumento de la inmigración irregular en España. «Da la sensación de que los dirigentes de Vox saben que contra Sánchez viven mejor, y yo –arremetió– no voy a seguir ese catecismo». Harto de que los voxistas se empeñen en «perder el tiempo» haciendo oposición al PP en el momento de mayor debilidad del presidente del Gobierno, acorralado por los casos de corrupción que anidan en se entorno familiar y polítco, Feijóo les pidió desistir en su estrategia porque «lo mollar» es que haya «un cambio democrático en España».

Contra el dicurso del odio

De un tiempo a esta parte, los populares han endurecido su discurso sobre la inmigración, adaptando incluso su ideario político, para comer terreno a los ultraderechistas que siguen al alza en las encuestas. «La inmigración no da carta blanca para cometer delitos», remarcó hoy Feijóo, que volvió a condenar la violencia y el «discurso del odio» contra quienes llegan a España de manera irregular. Insistió, como hizo la víspera en un vídeo difundido por Génova, en que en estos momentos hay que ser «claros y contundentes» y quienes han venido para generar «inseguridad» en Torre Pacheco «no pueden ser bienvenidos, ni apoyados ni jaleados». «Las leyes –subrayó– se tienen que cumplir».

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El dirigente conservador dejó claro que la «delincuencia no se reduce con más delincuencia» y esbozó cuál será el camino a seguir si llega al Gobierno para quien entre de forma irregular en el país y no cumpla con las leyes: será deportado «de forma inmediata».

Abascal no tardó en replicar a Feijóo y defender que los inmigrantes cuya situación esté regularizada pero que cometan delitos deben también ser expulsados del país, sin poder regresar nunca. «Que no os queréis enterar, o peor, queréis decir una cosa y la contraria para seguir estafando a los españoles», criticó el líder voxista en sus redes sociales, insistiendo en su argumento de culpabilizar al PP de la situación actual por negociar con el PSOE en Bruselas para «mantener la fronteras abiertas».

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Los de Feijóo quieren marcar distancias con Vox pero también con el Ejecutivo al que acusan de haber fracasado en «su deber de proteger la convivencia» mientras son blancos de sus críticas por no ser, según Moncloa, «claros» en la condena expresa a esas manifestaciones de carácter racista en Torre Pacheco. La ruptura con el Gobierno es total y las comunidades del PP ya han anunciado que no acudirán a la reunión prevista para este jueves para el reparto de los menores inmigrantes de Canarias.

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