Pedro Sánchez apuesta por las asambleas ciudadanas y la televisión de entretenimiento

El líder del PSOE responde a las reticencias de los suyos ante su estrategia: «Hay que estar donde están los ciudadanos»

paula de las heras

Viernes, 19 de septiembre 2014, 01:59

El batacazo del PSOE (y del PP) en las elecciones europeas del pasado 25 de mayo y, sobre todo, la enérgica irrupción de los amateurs ... de Podemos en la vida política española hizo reaccionar al primer partido de la oposición de manera drástica. Tan drástica que ya tiene un nuevo líder. Ahora Pedro Sánchez quiere explorar nuevas fórmulas de relación con los ciudadanos. Hoy celebrará en Zaragoza la primera de una serie de asambleas ciudadanas con las que pretende recorrer todas las capitales de provincia españolas de aquí a las elecciones generales.

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El PP no comparte esa estrategia de comunicación política

  • Al PP no le gustó la irrupción del líder del PSOE en programas televisivos de entretenimiento. El portavoz adjunto en el Congreso, Rafael Hernando, defendió que los políticos deben defender sus ideas «donde la gente aspira» a escucharlos, mientras acudir «a otro tipo de programas» no es más que «una anécdota». Sánchez, dijo el diputado del PP, acudió a Sálvame porque cree que debe «ser salvado». Celia Villalobos recodó que a ella le llamaron «marujona» por acudir a esos mismos espacios.

No se trata de someter a votación popular las decisiones que tome el PSOE ni su estrategia electoral. En la dirección del partido dicen que lo único que pretenden es poner «antenas» para saber qué se cuece, para evitar en la medida de lo posible nuevos tsunamis. «Tras la catástrofe del océano Indico en 2004 se pusieron balizas a varios kilómetros de la costa para medir la altura de las olas y lanzar una señal de alerta en caso de superar ciertos límites; pues esto es algo parecido», señalan.

La idea es que la cita acuda todo aquel que desee hablar con el líder de la oposición sobre cosas que le preocupen, sin temática concreta pero con tiempo tasado. «Responde al convencimiento de que hay que hacer política no sólo para sino también con los cuidadanos», apuntan en Ferraz.

Sin prejuicios

No todo el partido asume con entusiasmo las nuevas formas de Sánchez que, por otro lado, ha modulado sus pretensiones de crear «cauces de participación» y de «consulta directa» a la militancia sobre temas de interés como la reforma de la ley electoral, los sueldos públicos y la ley de partidos. La osadía del dirigente ha sido estos días motivo de intenso debate interno. Especialmente, a raíz de su llamada sorpresa en directo al presentador del programa televisivo Sálvame a primera hora de la tarde del miércoles.

El equipo que le asesora asegura que la jugada salió muy bien y que cumplió con creces su objetivo de mostrarse como un político cercano, desprejuiciado y, sobre todo, nada elitista. No es que la operación estuviera premeditada. A diferencia de su presencia en El Hormiguero, un espacio mucho más blanco y en el que se muestra el perfil más divertido y humano de los invitados y al que acudió por la noche, horas después, el telefonazo a Jorge Javier Vázquez fue prácticamente improvisado y surgió cuando un asistente del lider socialista le comentó que el presentador había dicho en antena que era votante socialista pero no volvería a dar su voto al PSOE por el alcalde de Tordesillas, que ampara el polémico torneo del Toro de la Vega.

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Sánchez decidió llamarle para explicarle su posición, con el compromiso de no sacar su conversación en antena. Pero el programa sí emitió la imagen del presentador al teléfono y permitió que se oyera lo que él le decía al político. La historia acabó con Vázquez afirmando que volvía a depositar su confianza en el PSOE porque éste presentará una proposición de ley contra el maltrato animal.

El programa de crónica rosa tuvo ese día 1.771.000 espectadores, un 17% de cuota de pantalla. El Hormiguero, 2.754.000, o sea que a Pedro Sánchez le vieron un 15% de quienes se sentaron frente al televisor. No hay mitin ni asamblea capaz de llegar a tanta gente. En el Camp Nou, por poner un ejemplo, caben unas 90.000 personas. Pero muchos socialistas se preguntan si un programa de variedades es la mejor carta de presentación para alguien que quiere llegar a la presidencia del Gobierno y temen que su líder haya caído en la frivolidad. Él se reafirma. «Hay que estar argumentó ayer en los pasillos del Congreso donde están los ciudadanos».

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