Magdalena Álvarez: "Dimito no por estar imputada, sino porque el señor De Guindos tiene a otra persona que querrá poner en mi sitio"

Álvarez, que se ha mostrado convencida de que se demostrará su inocencia en el caso de los ERE, ha achacado su marcha a las presiones del Gobierno del PP para que el BEI la destituya si ella no dimitía. Ha dicho que el Gobierno buscaba votos de los países integrantes del BEI para destituirla. "Yo cómo voy a someter a mi país a ese ridículo", ha manifestado.

Álvarez comunicó su decisión a la dirección del BEI en un almuerzo ayer. Ha agradecido el apoyo cerrado de este a su continuidad pese a las presiones políticas. Ha explicado que no había razones para destituirla, ya que los resultados del BEI para Europa y España en particular han sido muy buenos con su gestión este año. Ha añadido que la imputación tampoco es una razón. Ha contado que ella misma llamó a Luis de Guindos cuando fue imputada hace un año y que el ministro le tranquilizó y le dijo "ya sabemos lo que es esto". Recordó que el mismo Rajoy negó que se le pidiera que dimitiera.

Entiende que la razón por la que el Gobierno del PP ha cambiado es por otros intereses ajenos a la causa de los ERE. "La imputación es una buena excusa que no encaja cronológicamente", ha declarado.

Magdalena Álvarez ha recordado casos similares a los suyos, como el de la presidenta del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, a la que el Gobierno español, apostilla, no ha pedido la dimisión. "El PP quiere el puesto para otro, sus maniobras me dan hasta miedo", ha añadido en un tono muy duro.

Recuerda que no está imputada por el mal uso del dinero público, sino por haber autorizado una partida que luego, por un procedimiento mal usado, fue objeto de fraude. En este sentido, Álvarez ha vuelto a responsabilizar de la aprobación de la partida y del procedimiento presuntamente fraudulento para pagar los ERE a la Consejería de Empleo. "Tengo tanta responsabilidad como de haber matado a Kennedy", ha dicho.

La jueza Mercedes Alaya le acusa de los delitos de prevaricación y malversación de fondos públicos y le ha impuesto una fianza civil de 29,5 millones de euros al entender que cabe "deducir la probabilidad cierta de que pudiera ser condenada en un futuro por los hechos que hoy se investigan".

Álvarez ha insistido de forma fehaciente que será declarada inocente. Ante ello y con cierta acritud ha manifestado a la periodista Pepa Bueno: "Espero que el PP actúe con la misma virulencia y me guarden el sitio cuando me exculpen". Ahora pedirá su incorporación a su puesto como inspectora de Hacienda. "Hasta físicamente tengo un límite", ha manifestado después de reconocer que se ha resistido a irse porque no estaba dispuesta a ponérselo fácil al PP.