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Ford Transit Custom 2025. Antonio Contreras
SUR al Volante

Ford Transit Custom Phev: jaque al diésel en ciudad

Probamos la versión híbrida enchufable de 232 caballos de potencia

Jueves, 24 de abril 2025, 00:39

Más de siete décadas lleva Ford inundando las calles con la Transit y sesenta bañando a Europa. Una suerte de vehículo comercial cuyo éxito parece no terminarse (desde su aparición, la firma estadounidense ha vendido más de ocho millones de unidades) y del que han ido apareciendo infinitas variantes y personalizaciones. En SUR al Volante probamos, cedida por Autovisa, una de las últimas incorporaciones de la Transit: la versión híbrida enchufable. Una motorización que pretende desbancar al diésel como la mejor alternativa en el uso urbano.

Personalización infinita

Ford Transit Custom. Antonio Contreras

A nivel de diseño no nos vamos a entretener demasiado pues estamos, al fin y al cabo, ante una furgoneta. Es decir, el diseño ni es su punto fuerte ni pretende serlo. Dicho esto, su frontal es inconfundiblemente Ford, con la parrilla típica de la marca y unos faros LED (dependiendo del acabado) que le otorgan una mirada moderna y agresiva. El resto de formas, propias de una furgoneta.

La Transit Custom es de esos vehículos que supedita todo su ser a la funcionalidad y versatilidad. Todo está concebido para ser práctico, funcional y duradero. Así pues, huye de materiales blandos que se estropeen con el maltrato y paneles pequeños para evitar grillos. En el habitáculo todo, a excepción del tapizado del volante, es plástico duro y resistente. De serie la cabina viene con tres asientos (que hacen al mismo tiempo la función de compartimento), aunque podemos configurarla con dos asientos y una gran consola central a tres niveles de altura. El nivel de personalización es prácticamente infinito. También podremos colocarle una cámara de 360 grados, un retrovisor central por cámara, pared trasera acristalada o completamente de hierro y un sinfín de extras que se van hasta las nueve páginas en el configurador.

En el apartado de conectividad la Transit no tiene nada que envidiar a un turismo convencional de generación actual. Contamos con un cuadro de instrumentos completamente digital y una pantalla central de infoentretenimiento de doce, pulgadas de buena resolución, rápida y conexión con Apple CarPlay y Android Auto de manera inalámbrica. La climatización se acoge en esta pantalla, aunque sus controles están siempre presentes.

Espacio de carga

Ford Transit. Antonio Contreras

Existen dos Transit Custom, la L1 y la L2, siendo la primera la de batalla corta (5.050 milímetros de largo y 3.100 mm de batalla) y la segunda batalla grande (5.450 mm de largo y 3.400 de batalla). La unidad cedida por Autovisa es una L1. Es decir, la furgoneta «pequeña», y entrecomillo pequeña porque por mucho que la chica de la familia Transit, nos vamos a un mastodonte que, además de las medidas ofrecidas, se va a los 1.968 milímetros de alto y 2.032 de ancho, con una capacidad de carga buenísima.

El volumen de la cabina de carga se va a los 5,8 metros cúbicos de capacidad, con una carga útil estimada de 1.212 kilos y una capacidad de remolque (en la híbrida enchufable) de 2.300 kilos. Sus formas cuadradas hacen que se pueda aprovechar cada centímetro de la zona de carga. La iluminación es excelente, con seis focos led se puede operar en su interior en situaciones de baja luminosidad sin ningún problema. Contamos además con multitud de orificios que permiten la instalación de soportes y gadgets posterior a la compra del vehículo. Así, si en un principio no queremos instalar, por ejemplo, el sistema de estantes plegables que ofrece la marca, pero queremos hacerlo al cabo de unos años, podremos equiparlo en nuestra Transit actual.

La caída del imperio diésel en la urbe

Ford Transit Custom. Antonio Contreras

Para mover al conjunto nuestra unidad monta una de las últimas novedades en la Transit: el motor híbrido enchufable de 232 caballos de potencia, o como lo llaman desde la marca, «el nuevo diésel». Esta solución mecánica se compone de un cuatro en línea atmosférico de 2.500 centímetros cúbicos de cilindrada con bloque y culata de aluminio. Este motor envía toda la fuerza al eje delantero a través de una caja de cambios automática de variador continuo. En el apartado eléctrico contamos con un motor que también envía toda la fuerza al eje delantero asociado a una batería de 16,5 kWh de capacidad bruta y 11,8 aprovechables. La razón de esta diferencia entre su capacidad bruta y neta es sencilla: aumentar la vida útil de la batería. Al evitar que esta se descargue por completo protegemos las celdas, consiguiendo que esa autonomía que la furgoneta es capaz de ofrecernos cuando está nueva se mantenga lo más inalterable posible con el paso de los kilómetros.

No hemos conseguido encontrar las cifras de potencia y par exactas por separado de ambos motores, pero en conjunto son capaces de desarrollar 232 caballos y un par máximo de 525 Newton metro. Con estos números ya os imaginaréis que, a pesar de sus 2093 kilos, la furgoneta es capaz de correr bastante. Incluso más de lo que manda la razón en un vehículo de este tipo (aunque si quieres, que sepas que puedes limitarla a cien kilómetros por hora de velocidad máxima).

Lo que realmente interesa: consumos. Según ciclo WLTP la Ford Transit Custom híbrida enchufable hace una media de consumo mixto de 1,6 litros cada cien kilómetros. Una cifra poco realista, aunque sus cifras siguen siendo buenísimas. Vamos por partes. en primer lugar, la furgoneta tiene batería suficiente para hacer entre sesenta y setenta kilómetros en modo cien por cien eléctrico siempre y cuando nos movamos en trayectos urbanos. Capacidad suficiente para afrontar el grueso de la jornada de trabajo en la ciudad. Podremos recargar la batería de cero a cien en corriente alterna en menos de cuatro horas. Una vez descargada la batería la Transit comienza a comportarse como un vehículo híbrido convencional. Y aquí es donde podemos sacar cifras realistas de consumo.

Si hacemos uso de ella en ciudad la furgoneta se mueve el grueso del tiempo en modo regenerativo al poder aprovechar las frenadas y el motor de combustión para recargar la batería cuando este está encendido, favoreciendo enormemente los consumos. En uso urbano, descargada la batería, nos podemos mover en torno a los 5,5 litros cada cien kilómetros. Nada mal teniendo en cuenta sus más de dos toneladas y los 232 caballos que ofrece el conjunto. En autovía los consumos son algo superiores, siendo peor solución que una furgoneta diésel en carretera abierta, pero una alternativa que consigue mejores consumos que el diésel en ciudad, se mueve mejor y contamina mucho menos.

Un gigante como pez en el agua

Ford Transit Custom 2. Antonio Contreras

A los mandos de la Ford Transit nos encontramos con una posición de conducción cómoda y erguida que nos permite el control de todo el entorno que nos rodee gracias a estar colocados muy altos, una luna de generosas dimensiones, retrovisores dobles para eliminar los puntos ciegos y un pilar A que apenas estorba a la vista. En uso urbano cuenta con un rodar silencioso gracias a operar la gran mayoría del tiempo en modo cien por cien eléctrico. En carretera abierta, al hacer un mayor uso del motor térmico y su fricción con el viento, el ruido que entra en la cabina es superior, pero no cuenta con silbidos ni llega a ser molesto.

En ciudad, que es donde probablemente más tiempo pase esta furgoneta (más aún con esta motorización) su potencia y radio de giro la hacen sentirse mucho más pequeña y ligera de lo que realmente es. La furgoneta tiene muchísimo par desde el primer momento que pisamos el acelerador gracias al motor eléctrico, haciendo que se mueva con tremenda agilidad entre el tráfico. Además, contamos con un radio de giro inferior a los once metros, lo que facilita muchísimo las operaciones de aparcamiento o el tránsito en calles estrechas.

Si pisamos a fondo el pedal del acelerador la Transit encenderá al mismo tiempo el motor eléctrico y de combustión para entregar toda la potencia posible. El motor de combustión está asociado a una caja de variador continuo. Es la típica caja en la que el motor se revoluciona pero la velocidad no sube en consonancia en su primer impacto. Sin embargo, en el uso convencional su funcionamiento es tan suave que es apenas imperceptible saber cuando está encendido el motor de combustión o cuando se realiza una transición.

La Transit Custom es un vehículo capaz de mantener parte del ADN del que Ford presume. Su dirección es más dura de lo que uno esperaría. Esto, sumado a una suspensión blanda pero ligeramente firme y un motor que corre mucho, hacen que la furgo se sienta Ford desde el primer minuto. El tacto del pedal de freno no es malo, con un salto controlado de la frenada regenerativa a los discos. Además, la frenada regenerativa tiene contundencia suficiente para no necesitar más en el noventa por ciento de los casos.

Precios

Ford Transit 2025. Antonio Contreras

La Ford Transit Custom tiene un precio de salida (sin impuestos) de 25.710 euros en la versión de acceso y con motor diésel. En el caso de la híbrida enchufable, el precio de tarifa inicial, sin impuestos de nuevo, parte desde los 31.900 euros, a los que tendremos que sumar apenas 1.200 euros para llevarnos a casa una unidad como la de la prueba. Menos de 35.000 euros para un vehículo que se erige como una de las opciones más económicas en su uso diario para las empresas sin necesidad de renunciar a largos trayectos en caso de que sea necesario.

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