Manuel Vera, en su taller de Marbella. Josele

Manuel Vera, el artesano de los mocasines en Marbella

A sus 73 años, continúa elaborando calzados personalizados para sus clientes en un negocio con mucha historia en la localidad

Lunes, 11 de septiembre 2023, 00:20

El número 2 de la calle El Fuerte de Marbella alberga un negocio con mucha historia. Por esta tienda han pasado clientes de todo el ... mundo, entre ellos rostros conocidos. Todos van en busca de un par de mocasines hechos a mano por el artesano Manuel Vera, que a sus 73 años continúa creando zapatos a medida después de toda una vida dedicada a ello. «No sé cuando me jubilaré, tengo que encontrar un relevo. Aquí no falta trabajo», asegura este gaditano, que llegó a Marbella hace casi cuarenta años para aprender del zapatero Pepe Valderrama y ha prolongado su impronta hasta hoy.

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Antes de trasladarse a Marbella, Vera ya tenía experiencia en el mundo de la zapatería artesanal. En su Alcalá de los Gazules natal aprendió desde niño este oficio, especialmente a hacer botas camperas. Cuando llegó a la Costa del Sol, se centró en el producto estrella de la casa de Valderrama: los mocasines. «Cuando me encargan nuevos pares, saben que tendrán que esperar un tiempo. Es un proceso artesano y tengo muchos pedidos acumulados», cuenta el zapatero, que también hace las funciones de dependiente del negocio.

El taller de Vera, donde también atiende a sus clientes, deja ver numerosas estanterías llenas de zapatos, tanto nuevos como usados. «Además de todos los encargos, muchos clientes vienen a pedirme arreglos», dice, mientras señala la zona en la que guarda todos los pares que esperan ser reparados. «Algunos clientes de toda la vida me piden que les arregle zapatos que les hice hace 20 años. Muchas veces es incluso más caro que pedir unos nuevos, pero me dicen que son tan cómodos que no los quieren cambiar», explica.

Aunque esta zapatería artesanal se conoce como 'Mocasines Marbella', la etiqueta de cada par lleva el nombre de 'Mocasines Pepe', en referencia al anterior dueño, maestro de Vera. La historia de estos exclusivos zapatos con sello marbellí comenzó con el artesano Juan Rivera, que trabajó con su cuñado Pepe Valderrama durante años en un taller de reparación y fabricación de calzado a mano ubicado en la plaza África. En los años 70, Valderrama decidió crear su propio negocio, en el que enseñó todo su legado a Vera. Cuando llegó la jubilación del zapatero en los años 90, su pupilo se hizo cargo del taller.

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Entre máquinas de coser, cuchillas, martillos, pinzas y pieles, Vera elabora cuidadosamente calzados exclusivos y únicos, hechos a medida para cada uno de sus clientes. Lo primero es trabajar la materia prima: las pieles se cortan y se moldean a una horma concreta. Tras coser todas las piezas del zapato a mano, hay que esperar a que el cuero se seque durante un día, «a veces hasta dos», para luego colocar la suela y terminar la pala del mocasín, tal y como explica el artesano. «El proceso es totalmente manual, solo uso algunas máquinas concretas». Al ser una elaboración propia, el tiempo que se invierte en su creación puede variar. Vera no ofrece tiempos exactos: «No sé cuanto tardo en elaborar un par de mocasines. Son muchas horas de trabajo», cuenta.

El cliente puede elegir todas las características del zapato: las pieles que más le solicitan son las de cabra, ternera y vacuno, especialmente en tonos clásicos como marrón, negro o beis. También hay un detalle que se encarga con frecuencia, como es la fecha de creación del calzado, un detalle que Vera añade de su puño y letra cuando el diseño está completo. El verano es la época de más movimiento en esta zapatería artesanal, como explica. «Cuando ya se trata de compradores habituales, no necesito tomarle medidas, por lo que me encargan los zapatos por teléfono».

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Una de sus creaciones. Josele

¿Y cuánto cuesta un par de mocasines hechos a medida? El precio base es de 270 euros, y varía en función del tipo de piel. Su larga historia en Marbella y su exclusividad ha hecho que rostros conocidos como Bertín Osborne o Julio Iglesias formen parte de la lista de clientes del negocio a lo largo de sus más de cuatro décadas de historia, así como personas «muy importantes» que prefiere no desvelar. «Vienen clientes de toda España, y también extranjeros, de países como Inglaterra o Alemania. A veces han venido familias enteras y me han encargado cinco o seis pares de zapatos».

El secreto de su éxito está lejos de las redes sociales: el boca a boca es su carta de presentación. Sin página web ni perfiles activos en Facebook o Instagram, Mocasines Marbella recibe pedidos durante todo el año. Una pequeña tarjeta con los datos principales y medidas del cliente es la única referencia que el artesano necesita para elaborar sus encargos. «Vengo de lunes a domingo al taller. Los fines de semana no abro al público, solo me dedico a elaborar los mocasines».

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A sus 73 años, uno de los artesanos con más trayectoria de la ciudad piensa en la jubilación «para disfrutar» con su familia después de toda una vida de trabajo. Espera encontrar un relevo «pronto» para que el legado que él recibió continúe durante muchos años más en Marbella.

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