Rock Factory, en San Pedro, la mejor escuela de música de España

Rock Factory, la escuela de música moderna de San Pedro de Alcántara, tiene su sede en la calle Ilusión. Y tiene mucho en común con 'Escuela de rock', la comedia musical que el director Richard Linklater filmó hace veinte años. No por sus alumnos, que en la vida real se muestran seguros de sí mismos, casi procaces en su acercamiento a la experiencia musical, muy diferente a la de los envarados niños de colegio bien que aparecen en la producción americana. Si allí los alumnos aprendían, entre otras cosas, a tener actitud frente a sus encorsetados padres, en San Pedro los niños ya la tienen ganada, y de ese modo aprenden a disfrutar descaradamente del sonido de instrumentos como el bajo, la guitarra eléctrica o la batería.

La noticia es que, empezado su octavo curso, han recibido un premio internacional a la mejor escuela de España, el Corporate Livewire Prestige Awards, que distingue a las mejores empresas en sus respectivos campos. Empezaron premiando a gigantes como la entonces innovadora Google, pero hoy ya fijan su atención en las pequeñas y medianas empresas de cada país. Sin darte mucha importancia, Rafael Reyes, director de Rock Factory, asegura «que contactaron con nosotros a través de un 'mail'. Nadie puede postularse a estos premios», asegura. «Nos buscaron». Su aspecto casual no desentona con el del profesor que Jack Black interpretaba en la película.

Rock Factory abrió en 2015 en el municipio y cuenta con una pequeña delegación en Casares. De sus aulas han salido músicos jovencísimos y virtuosos como Blanca Semper, la persona de menos edad en el mundo en alcanzar el grado doble de guitarra y bajo en el Trinity College Music de Londres, equivalente a un grado superior de un conservatorio clásico. En aquel examen, hubo de enfrentarse, por ejemplo, a temas de Molotov, Primus y Level 42, una salvajada a nivel técnico de la que salió airosa. Blanca es miembro de Devils in the Sky, una banda infantil local fundada en 2017 que ya ha publicado varios discos con sus amigos Lluvia (bajo), Sara y María (vocalistas), Julia (guitarra y teclado) y Sergio (batería). No es el único grupo nacido al calor de esta singular escuela que, como en la película, ha creado su propia batalla de bandas, en las que recientemente han participado Dreamers o Mala Reputación, en la que participan alumnos del centro.

«Soy de Córdoba, pero llegué a San Pedro con doce años», cuenta Rafael, que aprendió a tocar la guitarra con quince años gracias a que se la prestó un amigo. Luego recibió clases «de los profesores más punteros de todo el país. Siempre en música moderna. No he ido al conservatorio», asegura. Todo su experiencia ha sido electrificida, aunque posteriormente estudió Magisterio Musical. «He unido mis dos pasiones: la educación y la música». No suena demasiado mal.

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