Ricardo Pagán, Renée Kachlet, Carlos Alcalá y Juan José González. Josele-Lanza

Turismo de salud: una oportunidad «compleja»

El escaso respaldo que ha encontrado de momento de parte de las administraciones públicas y la falta de cohesión entre el sector turístico y el sanitario dificultan el despegue definitivo de este segmento

Mónica Pérez

Marbella

Miércoles, 27 de febrero 2019, 00:10

Supongamos que soy un señor de un país del Golfo y me planteo venir a la Costa del Sol porque he oído hablar de la ... calidad de turismo de salud. Pero mi familia siempre ha ido a Alemania. Díganme por qué tendría que venir a la Costa del Sol y no volver a Alemania». La experiencia práctica la planteaba desde el público Juan Bosco, de Hospital Vithas Xanit, a los ponentes de las Jornadas sobre Turismo de Salud organizadas por CIT Marbella para tomar pulso a un segmento del turismo que pese a las expectativas generadas hace unos pocos años, no ha terminado de despegar. La respuesta, contundente, la ofrecían dos profesionales que conocen muy bien el tema. El director de la Cátedra de Turismo, Salud y Bienestar de la Universidad de Málaga, Ricardo Pagán, y la directora de Desarrollo de Negocio Convention Bureau de Turismo Costa del Sol, Renée Kachler. «Es el entorno, es el clima, la oferta complementaria. La calidad está aquí, solo hay que darle un poco de empuje al sector. El destino está, la infraestructura está, las conexiones también. Solo hay que trabajar un poco más», resumía Kachlet reconociendo algo en lo que coincidieron los dos ponentes: «pensábamos que el despegue iba a ser más rápido pero no ha sido así».

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«Creo que el ejemplo que pone es real y cotidiano. ¿Cómo me diferencio yo de los destinos competidores? Debo tener, como mínimo, lo mismo que ellos, pero algo más. Y eso lo da la certificación de calidad. Pero además tengo que tener asegurada la trazabilidad, integrando a diferentes sectores. De partida, el turístico y el sanitario , y calidad. Además a eso le añadimos una oferta complementaria no sólo para el paciente, sino para los que viajan con él. Pero sobre todo, yo valoraría el servicio, la familiarización del servicio», respondía Ricardo Pagán.

El turismo de salud busca una segunda oportunidad. Hace apenas un lustro se debatía de la posibilidad de convertir a la provincia de Málaga en la Florida del sur de Europa con un pujante negocio en el turismo de salud. Nacieron de hecho varios clúster que intentaron canalizar un trabajo que, a la vista de las experiencias vertidas en las jornada organizada por el CIT, requiere de una cohesión entre el sector turístico y sanitario privado, y un respaldo de las administraciones públicas, que no ha tenido lugar.

¿Se ha perdido el tiempo entonces? ¿Se está a tiempo todavía de tomar el tren hacia una marca sólida que impulse un turismo de salud que colabore en la titánica tarea para la desestacionalización del destino? «Estamos a tiempo», explicaba Ricardo Pagán. «Cada experiencia vale y de los errores se aprende. Tenemos que darle al segmento la importancia que tiene, pero además la administración debe tener un compromiso firme. Debemos ser conscientes de que es una oportunidad y que si no la aprovechamos, lo va a hacer otro. Y para ello necesitamos el compromiso de todos: administración, empresarios y, además, de aquellos que han trabajo en el sector de la salud o del turismo durante toda su vida. Esa generación de conocimiento es importante y queremos integrarla en la Cátedra», explicaba. Para la representante de Turismo Costa del Sol, «se ha trabajado en ello, pero es cierto que el destino es grande y los segmentos son muchos. El presupuesto es el que es y haremos lo posible para repartirlo lo mejor que se pueda, pero desde Turismo Costa del Sol se viene trabajando con el sector. Habrá que trabajar más».

Que la Costa del Sol tiene todos los ingredientes para sacar el máximo partido a este segmento turístico es algo que no se discute. ¿Qué falta entonces? Los profesionales reunidos en el foro de debate coincidieron en la necesidad de empezar la casa por los cimientos y no por el tejado, es decir, por conocer al cliente potencial: quién es, cómo es y dónde está. La ausencia de estudios concretos sobre el público objetivo viene marcando la ralentización de un sector al que sólo los hospitales privados que de forma individual han dado pasos en la captación de turistas de salud están viendo color.

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El doctor Antonio Pérez Rielo, con experiencia tanto en el sector público como ahora en el privado en Clínicas Guadalhorce, apuntaba a la importancia de la acreditación como garante de la calidad que busca el turista. En la misma línea, Juan Bosco, de Xanit, detalló que la filosofía del centro pasa no sólo por la oferta en hasta 19 idiomas que tienen a día de hoy, sino en adaptarse a la propia cultura del turista de salud.

Clínica Buchinger, donde superan ya los 40 años de actividad, es quizá el mejor ejemplo de cómo debe encauzarse esa labor de captación de turistas pero además de la calidad que estos buscan. «Hemos pasado por todas las épocas y hemos sobrevivido a todas. Y está claro que hay que buscar un turismo de calidad. Hay que buscar algo genuino, que nos diferencie, y en Buchinger hemos apostado por una diversidad de oferta», relataba José Manuel García Verdugo.

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En otros centros como QuirónSalud Marbella, otro de los hospitales de la costa con una importante actividad destinada al turista de salud, se apostó hace un par de años por crear una unidad de diálisis privado, favoreciendo así el viaje y la estancia en la Costa al turista que necesita de este servicio.

El foro de debate sirvió además para desvelar algunas de las dificultades con las que se encuentra el sector sanitario en la búsqueda del turista de salud. Tula Crooke, de Clínica Dental Crooke, expuso las cortapisas que supone no encontrar una repuesta del lado del sector turístico a la hora de cerrar acuerdos que favorezcan la trazabilidad que, como reseñaba el director de la Cátedra de Turismo, Salud y Bienestar de la UMA, es precisa para ofrecer una oferta completa y competitiva. «Estamos ante una oportunidad, pero es compleja y hay que seguir buscando ese ecosistema en el que el sector público es catalizador, enciende la mecha para lanzar ese segmento de turismo de salud, y luego es el sector privado el que con sus propias políticas, con su imagen corporativa, sus medios y planes lo mantengan a flote», concluyó Ricardo Pagán.

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