«Hay que tener un fundamento religioso, porque el vacío interno convierte al individuo en egoísta»

-¿Cómo está viviendo estos días de esprint final antes del pregón?

-Estoy bien. Realmente tengo escrito el pregón desde antes de Navidad porque las improvisaciones no me gustan y ya llevo tiempo ensayando con la pianista que me acompañará, Dolores Benito.

-¿Ha contratado a una pianista para su pregón?

-No la he contratado. Ella está colaborando conmigo de forma altruista para dar forma al pregón, porque la pianista no es que me acompañe en determinados momentos, es que su música sonará de forma muy sutil desde que comienzo a hablar hasta que termino.

-Innovando...

-Sí, en cierta forma. El pregón de la Virgen del Carmen que realicé hace dos años era de la misma forma pero con un cuarteto de cuerda y quedó muy bonito, así que esta vez he pensado en utilizar el piano porque la música ayuda a emocionar.

-¿Qué objetivo persigue con su pregón?

-El pregón contiene una reflexión filosófica sobre el momento actual de los cristianos y hace una comparación con los agnósticos y los ateos, quiero dejar claro que bajo mi punto de vista hay que tener un fundamento religioso, porque el vacío interno, al final, convierte al individuo en egoísta e individualista. Y el cristianismo se basa en el amor al prójimo, en ayudar al otro, todo lo contrario al egoísmo.

-¿Cómo ha estructurado la intervención?

-En realidad, es un cuento. Arranco con la reflexión filosófica y después propongo algo a los que me estén escuchando para pasar directamente al pregón que está dedicado a las madres y sobre todo a las madres que han perdido un hijo como la Virgen María.

-¿Y qué narra ese cuento? Adelántenos algo.

-El pregón empieza con una madre que le está contando un cuento a su hijo que no puede ir a ver las procesiones porque está enfermo. Esa madre abrirá las páginas de un libro y empieza a contar una narración, la vivencia de un invitado a una casa de Marbella. Y el invitado tiene pelo largo, barba y calza sandalias. Y ahí me callo. Es muy bonito, bueno que voy a decir, lo he escrito yo (ríe)... Es muy diferente, no es un pregón al uso.

-Ha dicho que lleva tiempo ensayando con la pianista. ¿Cómo lo está haciendo?

-Ensayamos todos los fines de semana en su casa. Nos encerramos con el piano de cola todos los sábados y domingos por la tarde desde hace dos meses. Pero yo sólo ya venía ensayando desde tiempo antes hasta darme cuenta de que este instrumento era lo que mejor le venía al pregón.

-Vaya currazo.

-Todo lo que se deje a la improvisación, malo.

-¿Le gusta tenerlo todo bajo control?

-Este tipo de cosas, sí. Yo soy bombero y mi trabajo es pura improvisación. Mis compañeros y yo estamos entrenados para entrar en un caos y resolver la situación hasta normalizarla. Te enfrentas a un accidente. Pero en la vida lo importante es no llegar a eso ¿Cómo? Trabajando.

-¿Va a introducir en la Iglesia de la Encarnación un piano de cola?

-De cola no porque había dificultades, así que vamos a contar con uno electrónico de última generación que suena casi mejor.

-¿Tiene cronometrado el pregón?

-Entre 35 o 40 minutos. Irá en función del llanto. Se lo digo de verdad, porque cada vez que ensayamos lloramos, tanto mi mujer, que me acompaña muchas veces, la pianista y yo. Porque si te gusta Jesucristo y escuchas el pregón, te emocionas.

-Permítame añadir que en función del llanto y de los aplausos.

-Voy a pretender que no haya aplausos durante todo el pregón, solamente al final. En el pregón de la Virgen del Carmen sucedió así, y sucedió porque cuando la narración va muy pausada y la música te acompaña, pasa igual que en un concierto de música clásica, nadie aplaude hasta que no lo hace todo el mundo por miedo a quedarse fuera de juego. Y prefiero que sea así, que todo el mundo esté atento y no se rompa el hilo de la narración.

-Coloca al mismo nivel de importancia tanto su declamación como la música, ¿son obras originales?

-Intentamos que fuera así porque el hermano de Dolores Benito es compositor, pero no daba tiempo. Así que me acompañará con diferentes obras de grandes clásicos.

-¿Desde cuándo está ligado a la Semana Santa?

-¿Yo? Desde que nací. Mi abuelo fue 50 años hermano mayor de la Soledad, mi padre, otros 50, después fui yo, ocho años, y ahora es mi señora. Así que toda mi vida.

-¿Coincide en la afirmación de que las hermandades están llenas de cofrades pero no de católicos cofrades?

-Lo que le puedo decir al respecto es que nuestra hermandad sabe que sale a la calle a hacer una estación de penitencia y no a mostrar nada. Toda nuestra junta de gobierno va con la cara tapada; yo nunca he salido al descubierto y voy a cumplir 60 años. Y sobre todo, vivimos los valores cristianos durante todo el año.

-¿Cómo se pueden integrar a los jóvenes de verdad en las cofradías?

-De ellos depende que el legado de nuestros antepasados no se pierda y la verdad es que no corren buenos tiempos para el cristianismo. Parece que está de moda cualquier cosa menos ser cristiano. Decir que eres ateo entre los colegas queda bien, decir que eres budista queda incluso divertido, pero decir que eres cristiano suena a antiguo; pues no, no es así y creo que lo importante es que eduquemos a nuestros hijos en esa idea.

-Termine usted la frase: la Semana Santa de Marbella es...

-(Silencio) la parte más importante de mi vida espiritual. La Semana Santa en mi casa se ha vivido siempre con momentos de reflexión. Mi madre era muy religiosa y además de hablarnos de la vida de Jesucristo, llevaba a rajatabla todas las costumbres religiosas. Y ahora, desde que empezamos a limpiar el trono empezamos a reflexionar cómo ser mejor padre, mejor marido, mejor hermano, mejor bombero, mejor amigo, mejor ciudadano... y eso es la Semana Santa y por eso es tan importante para mí.