Nace el primer bebé en 40 años en el mismo pueblo de Ojén

Juniper vino al mundo el pasado 21 de noviembre en el domicilio que sus padres ocupan desde hace pocos meses en la villa ojeneta con el único soporte de dos matronas, como antaño venían los bebés al mundo. Fue un parto natural en todos los sentidos.

«Desde el primer momento en el que llegamos a este pueblo supimos que queríamos tener a nuestro bebé aquí», afirma la madre, Carolyne Bird, quien sin saberlo ha hecho un guiño a sus vecinos con la elección del nombre de su hija. Y es que Juniper enlaza con la denominación científica del enebro, cuya cepa se utilizaba como combustible para encender el fuego que calentaba el alambique en el proceso de elaboración del tradicional aguardiente de Ojén.

El feliz alumbramiento ha revolucionado a este pequeño pueblo, antesala de la Sierra de las Nieves desde la Costa del Sol, y lo ha hecho hasta el punto de que la Corporación municipal ha rendido un sencillo, pero cálido homenaje a la familia en el Ayuntamiento, entregándole a sus padres, Bradford y Carolyne, un pin del municipio a modo de bienvenida. «El nacimiento de Juniper supone una doble alegría, ya que al hecho de recibir una nueva vida se une que es el primer bebé nacido en este municipio desde hace más de cuatro décadas», apuntó el alcalde de Ojén, José Antonio Gómez.