Detenido por atropellar a un hombre tras quitarle el coche junto a una casa de citas en Marbella
El arrestado es el británico Craig Porter, que también está a la espera de juicio por la desaparición de la joven Agnese Klavina en 2014 en Marbella
Marbella, seis de la madrugada del sábado, en la avenida de las Naciones Unidas. Una patrulla de la Policía Local se cruza con un Seat ... Ateca de color blanco. La matrícula coincide. Es la misma que acaba de difundir la Guardia Civil en un comunicado en el que alertaba de que un coche se les había dado a la fuga en la carretera de Ronda. Los agentes lo interceptaron allí mismo. En el vehículo viajaban tres ingleses. No llevaban encima ni un papel que permitiera identificarlos. Decían haberse dejado la documentación en una casa en Estepona, y que no había nadie en la vivienda que pudiera recibir a los policías y facilitarles sus pasaportes.
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Los tres británicos fueron trasladados a dependencias policiales para una filiación completa. El conductor, el más joven de los tres (25 años), olía a alcohol, así que le hicieron la prueba: arrojó una tasa positiva, aunque no lo suficiente para ser detenido, por lo que fue denunciado administrativamente. Pero al identificar a sus acompañantes, descubrieron que uno de ellos era un viejo conocido de la policía, Craig Ian Porter (36), quien además estaba en busca y captura por un homicidio doloso (en grado de tentativa) en Estepona, donde al parecer habría atropellado a un joven después de quitarle el coche.
Abandonaron el vehículo y se dieron a la fuga, pero se pudo identificar al presunto autor del atropello
Porter, que junto a su amigo Westley Capper había coprotagonizado ya algunas páginas de la crónica negra de la Costa, tenía una requisitoria para su búsqueda y detención dictada por la comisaría de la Policía Nacional en Estepona. La orden entró en vigor el 24 de agosto, cuando los investigadores lo identificaron por un atropello en la puerta de una casa de citas del municipio.
Según ha podido saber SUR, todo empezó cuando Porter y dos amigos, también ingleses (Capper no estaba entre ellos, ni tampoco el sábado, cuando fue arrestado), presuntamente discutieron con tres jóvenes de la localidad. La disputa comenzó en la puerta de la casa. Al parecer, los británicos pidieron a los españoles que los llevaran en su coche, y estos se negaron porque era de cinco plazas.
Los ingleses habrían reaccionado agrediendo a los jóvenes esteponeros, les quitaron las llaves del turismo y se subieron en el mismo. Según las pesquisas, Porter era supuestamente el conductor del vehículo, con el que fue arrollado uno de los españoles. Tras ello, dejaron abandonado el automóvil y se dieron a la fuga, aunque la investigación permitió identificar al presunto autor del atropello.
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La policía lo buscaba desde entonces por un supuesto delito de homicidio doloso en grado de tentativa –así al menos fue calificado por los investigadores– al considerar que arrolló adrede al joven esteponero, el cual ingresó en estado grave en el Hospital Costa del Sol. No obstante, evolucionó favorablemente y recibió el alta médica al cabo de una semana. A Porter le consta, además, un control específico de retirada de pasaporte vigente desde finales de 2014. El motivo: la desaparición de la joven letona Agnese Klavina (30 años), que fue vista por última vez la noche del 6 de septiembre de aquel año en la discoteca Aqwa Mist de Marbella. Una cámara de seguridad la grabó en la puerta subiéndose a un Mercedes S63 AMG ocupado por los británicos Westley Capper e Ian Porter. La Fiscalía pide para cada uno de ellos la pena de 12 años de cárcel por secuestro (a día de hoy, el paradero de Agnese sigue siendo un misterio). El caso está pendiente de juicio en la Audiencia de Málaga.
Hace dos años
Porter también iba con Capper a bordo del Bentley de 500 caballos que el 9 de mayo de 2016 arrolló a Fátima Dorado Para, una cocinera boliviana de 40 años que acababa de salir de trabajar y cruzaba por un paso de peatones. Volvía a casa con su marido y su hija pequeña, que entonces tenía 12 meses. La mujer llegó agonizando al Hospital Costa del Sol, donde murió. En lugar de detenerse, se dieron a la fuga, aunque fueron detenidos poco después. La causa se archivó respecto a Porter, ya que era Capper quien conducía. La Fiscalía formuló escrito de acusación contra él y pidió una condena a dos años y medio de cárcel al considerar que iba bajo los efectos del alcohol y la cocaína, y a 75 km/h en un tramo limitado a 40. Le aplicó la circunstancia atenuante de reparación del daño, ya que ha ingresado 360.000 para indemnizaciones.
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