El desenfreno de las rebajas

Rafa Segura sostiene bolsas de Massimo Dutti, Adolfo Domínguez y Mango mientras su pareja, Patricia, echa un ojo a los bolsos de la boutique de Guess, en La Cañada. Hace cuentas, suma los importes y hasta se sonroja cuando dice la cifra gastada: 450 euros. La tarjeta echa humo. «Hemos venido a olisquear. Sin previsión de comprar nada en especial, pero hemos encontrado buenas prendas a buen precio y nos hemos lanzado a por ellas, siempre hay tiempo de devolver», afirma la joven, que, por cierto, no se resiste ante la cartera de piel que sostiene en sus manos y con la que acaba en la línea de caja.

Leire Martín y su hija, Ana, son, por el contrario, unas profesionales del 'shopping'. Ellas han llegado al centro comercial en autobús para no perder tiempo en aparcar y con una ruta de visitas de tiendas medio fijada desde casa. Cuentan que primero van a devolver regalos de Reyes y con el «superávit» del cambio adquirir alguna que otra prenda a la que ya le tienen echado el ojo, incluso con la talla.

Maribel Guzmán y su amiga Marga Collado tampoco se las apañan mal. Y mientras una aguarda cola para pagar, otra pasa revista a los percheros, y viceversa. «Sólo así se puede sobrevivir en el primer día de rebajas, cuando está todo el género», dice Marga. Razón no le falta. En algún momento de la mañana, la cola para abonar las compras llegó al arco de seguridad de la puerta del Zara de La Cañada. Una auténtica locura.

El panorama es bien conocido por los trabajadores del centro comercial, en cuyos accesos fue necesaria la regulación de la Policía Local durante buena parte de la jornada. Por ello, muchos de los empleados llegaron con hasta dos horas de antelación a su turno. «Sabía que iba a tardar en aparcar, al final he tenido hasta suerte y sólo he estado buscando media hora», declara una de las dependientas de Adolfo Domínguez.

El trasiego de público también fue muy importante en El Corte Inglés de Puerto Banús, que junto con las tiendas del grupo Inditex mantiene la tradición de las rebajas en el 7 de enero, aunque hace descuentos puntuales en fechas próximas. Las tiendas del centro de Marbella también se aprovecharon del magnetismo que encierra esta jornada, sobre todo, en las horas centrales del día en las que reinaron las temperaturas suaves.