«La Costa del Sol es una zona caliente de nuevos casos de VIH»

–¿Cómo es la radiografía actual del VIH en Andalucía y en concreto, en la provincia de Málaga?

–La primera idea es que la infección ahora mismo no está controlada ni mucho menos. En el mundo ha habido 1,7 millones de nuevos casos en 2018, en España ha habido 3.500 nuevos casos y en Andalucía 580 nuevos casos. Málaga con 144 es la provincia andaluza que ha tenido más casos de VIH nuevos y lleva una serie de años siendo número uno del 'ranking'.

–¿Por qué Málaga?

-Ha habido un cambio en la epidemia. En los primeros años, el sida se transmitía fundamentalmente a través de la drogadicción por vía intravenosa, pero ahora esto ha cambiado porque la gente consume la droga por otras vías y el VIH es ya una enfermedad de transmisión sexual (ETS). Hoy más del 90 por ciento de los nuevos casos son fruto de relaciones sexuales y unos dos tercios de esos nuevos casos se producen en hombres que tienen sexo con hombres. Esto hace que ahora mismo los nuevos casos se concentren en zonas urbanas y cosmopolitas, y la verdad es que Málaga, fundamentalmente la Costa del Sol, Benalmádena, Torremolinos..., es una zona caliente en cuanto a nuevos casos.

–¿Qué edad tienen los nuevos afectados?

–Ese dato es también muy interesante. Tenemos un 15 por ciento de casos que se han producido en mayores de 50 años y un 33 por ciento en menores de 30 años; este es un dato que nos preocupa porque uno de cada tres casos se da en gente joven.

–¿La población se ha relajado en sus conductas sexuales frente al VIH y otras infecciones de transmisión sexual?

–Ahora mismo tenemos una mayor frecuencia de relaciones sexuales, una tendencia a usar menos los métodos de prevención, el uso del preservativo ha caído, y la gente ha perdido el miedo al VIH y en general, a todas las enfermedades de transmisión sexual. En el año 2000 había miedo a coger el VIH y el sida porque la gente se moría, pero desde que tenemos tratamientos que controlan la enfermedad la gente dice esto se arregla con una pastilla. Las redes sociales y las nuevas aplicaciones con geolocalización hacen que hoy día se haya trivializado mucho lo que es el sexo y las relaciones sexuales. Es muy fácil buscar en una App a una persona con la que quieres tener un contacto y en ocho minutos estás con una persona teniendo relaciones sexuales. Y hay un último aspecto que son las drogas asociadas a las relaciones sexuales, lo que llamamos el 'Teen Sex'. En las zonas calientes de las que hablábamos, cada vez hay más consumo de drogas para prolongar el disfrute sexual y para prolongar el aguante del cuerpo y la excitación. Y este es un cóctel terrorífico, porque en un momento en el que la gente está bajo los efectos de las drogas y desinhibida se olvida de tomar medidas de prevención y es más fácil contraer enfermedades de transmisión sexual y por supuesto, el VIH.

–¿En Andalucía, cuántas personas se estima que tienen VIH y no lo saben?

–Los estudios no están hechos específicamente para Andalucía, pero a través de unas fórmulas que da la OMS (Organización Mundial de la Salud), a través del Programa Spectrum, calculamos que hay unos cuantos miles de personas que pueden tener VIH en Andalucía y que no están diagnosticados. Este es un auténtico problema, por eso estamos intentando poner en marcha proyectos y campañas de diagnóstico precoz para intentar que todas estas personas conozcan que tienen el VIH y a su vez se puedan tratar.

–¿Qué armas tiene en la actualidad el ciudadano andaluz para saber si está infectado?

–Hoy día es relativamente sencillo. Basta con que uno acuda al médico de cabecera y que diga que quiere hacerse un test de VIH. Si no quiere acudir al médico de cabecera puede acudir a una ONG o a cualquiera de los centros de atención comunitarios y por último, si la persona no quiere que lo sepa nadie, puede ir a la farmacia y comprar un test que vale 25 euros y hacérselo él solo, pero si sale positivo requerirá el contacto con el sistema.

–¿Qué papel juega el diagnóstico precoz en el desarrollo de la enfermedad y en la calidad de vida del paciente?

–Es importantísimo. El VIH se adquiere por vía sexual y empieza a pelearse con la persona que lo ha adquirido. En esta batalla pasan entre tres y ocho años hasta que las defensas caen y se desarrolla el sida. Hablamos de entre tres y ocho años en los que uno puede estar perfectamente asintomático. Y no es lo mismo que nosotros detectemos a un paciente de VIH en los primeros meses de infección, en los que con tratamiento podemos hacer evitar que las defensas bajen, a que hayan pasado años, porque será peor la respuesta y habrá más toxicidad de los tratamientos, además todo ese tiempo ha podido estar transmitiendo la infección a otras personas.

–¿Cuál es la realidad respecto a las otras infecciones de transmisión sexual?

–Se han disparado. Es tremendo porque somos la sociedad mejor informada, pero es así. La OMS sacó unas estadísticas demoledoras hace unos meses, cada día en el mundo hay un millón de nuevas infecciones de transmisión sexual, 366 millones de infecciones de transmisión sexual en todo el mundo en el último año. La sífilis se ha multiplicado en los últimos 10 años en España por seis y el gonococo por 10. Son números que dan vértigo. ¿Sabe qué pasa? Que muchas veces las infecciones de transmisión sexual son muy poco sintomáticas y no dan la cara hasta que un día resulta que tienes un dolor o sufres un aborto, por eso es importante tratarlas, para evitar problemas para uno mismo y la transmisión a un tercero a través de tus relaciones.

–Frente a este panorama, ¿cuáles son las estrategias que se están desarrollando en el Plan Andaluz que coordina?

–No nos queda más remedio que volver a trabajar en la prevención basada en la información con los centros educativos y con los colectivos que tienen mayor riesgo. Estamos trabajando en las zonas que son más calientes, zonas de marcha y ambiente gay, aportando el mensaje de que el preservativo es importante. La pata de la prevención es súper importante, así como las campañas de diagnóstico precoz. Estamos poniendo en marcha una estrategia en los centros de salud para hacer más test, hacer más diagnósticos, y también con las asociaciones comunitarias hacer test rápidos en las zonas calientes que hemos comentado, así como en la universidad, allí donde haya gente joven para diagnosticarla. Si tuviéramos todos los casos de VIH diagnosticados y tratados no habría nuevos casos.

–¿Y no sería bueno, además, innovar en los canales de información?

–Estoy totalmente de acuerdo. La última gran campaña que todo el mundo recuerda fue por televisión y fue el 'Póntelo, pónselo' y tiene 30 años. Y hoy en día, la juventud ni ve especialmente la televisión ni lee la prensa, está más cercana a plataformas como HBO o Netflix. Nos estamos planteando una estrategia, que se ha puesto en marcha en otros países, para actuar sobre las redes sociales y App's. En definitiva, ver cómo podemos usar las nuevas tecnologías y esta es una de las líneas que estamos intentando trabajar porque todo ha cambiado.