Ámsterdam, un ambiente cosmopolita

–¿Por qué eligió Ámsterdam para vivir?

–Siempre me ha gustado vivir nuevas experiencias y vivir en sitios diferentes. Hice un intercambio en Inglaterra, donde viví en Sandbach. Para estudiar el máster elegí Madrid, porque me parecía una oportunidad perfecta para vivir en la capital. Tras dos visitas a Ámsterdam, quedé prendado de sus canales y de sus calles. Me gusta la ciudad porque es cosmopolita, donde todo el mundo es bienvenido. Ámsterdam es una ciudad que te acoge con los brazos abiertos.

–¿Qué hora es y qué temperatura hace en este momento?

–Son las 18.50 horas y estamos a 19 grados, con un cielo bastante nublado.

–¿Qué vistas tiene si se asoma a la ventana de casa?

–Tengo vistas hacia un canal, justo por donde cruza el puente, que se eleva cada vez que tiene que pasar un barco.

–¿Cuál es su plato favorito allí?

–Holanda no se caracteriza especialmente por tener una gran variedad de platos, aun así, me quedo con las 'bitterballen', que son como una especie de croquetas versión holandesa.

–¿Y en Málaga?

–Soy fan del pescaíto frito en todas sus modalidades. Pero si tengo que elegir, me quedo con los calamares fritos al limón.

–¿Cuándo fue la última vez que estuvo en la playa?

–Lamentablemente, aún no he tenido la oportunidad de visitar una playa holandesa, pero antes de venirme a Ámsterdam fui a la playa a despedirme, en enero de este año.

–Recomiende un libro, una canción y una película para este verano.

–Con respecto a un libro, puedo recomendar 'El día que se perdió la cordura', de Javier Castillo; y también la segunda parte, 'El día que se perdió el amor'. Suelo escuchar todo tipo de música y muy variada, pero me quedo con 'Aves enjauladas', de Rozalén.

–Confiese algo que adore y algo que deteste de Ámsterdam.

–Ámsterdam, como otras capitales europeas, tiene muchas cosas buenas, como el ambiente cosmopolita que se respira por las calles, los canales le dan ese toque especial que la diferencia de otros lugares, y ya que no tengo el mar cerca, se agradece disfrutar de un día soleado junto a un canal. Lo que no me gusta es que los fines de semana prácticamente no se puede andar por el centro por la cantidad de turistas que hay, sumando el tráfico de bicicletas que dificulta un poco el poder ir tranquilo.

–¿Cómo percibe que se ve Málaga desde fuera?

–Málaga se percibe como un verdadero paraíso, donde puedes disfrutar tanto de mar como de montaña. Cuando la gente que conozco descubre que soy malagueño, sólo escucho cosas buenas, y es que como Málaga no hay nada.

–¿Qué es lo que más echa de menos de Málaga?

–Obviamente, cuando pienso en Málaga no puedo evitar pensar en mi familia y amigos. También echo de menos la gastronomía.

–¿Y lo que menos?

–No hay nada que no me guste de Málaga.

–Dígame tres sitios que visitar en su ciudad.

–Si quieres disfrutar de un paseo rodeado de verde, recomiendo pasear por Vondelpark, un parque enorme junto al centro. El barrio rojo es bastante interesante y curioso. Por último, recomiendo visitar la casa de Anna Frank.

–¿En cuántos países ha estado y en cuál se quedaría?

–He visitado Inglaterra, Mónaco, Italia, Túnez, Bélgica, Holanda y Marruecos. Me quedaría con España.

–Cuénteme algo que sólo tengan en Ámsterdam.

–Aquí en Holanda son legales varias cosas que en el resto de Europa no lo son, como el consumo de cannabis.

–¿Cómo describiría la Costa del Sol a alguien que no la conoce?

–En la Costa del Sol se puede disfrutar de un microclima espectacular, manteniendo una buena temperatura prácticamente durante todo el año. Es un lujazo tener playa y montaña a la vez.

–¿Qué tienen en común Ámsterdam y Málaga?

–El hecho de que haya gente de todos los países hace que todo sea muy especial. El intercambio de culturas me parece bastante interesante.

–¿Recuerda el verano más feliz de su vida?

–Verano 2018. Fue un verano magnífico a nivel familiar, de trabajo, amigos y ocio. Lo recuerdo con cariño.