Fallece en accidente doméstico Judah Binstock, el mayor propietario de suelo de Marbella
El empresario británico de 88 años y dueño de más de un millón de metros cuadrados, tenía sus desarrollos paralizados por la anulación del PGOU
Héctor Barbotta
Martes, 20 de diciembre 2016, 01:07
El empresario Judah Binstock, considerado el mayor propietario en la actualidad de suelo susceptible de desarrollo urbanístico en Marbella, falleció el pasado viernes 9 a ... raíz de un accidente doméstico en su residencia La Magnolia, según pudo confirmar ayer este periódico de fuentes de su entorno. Binstock, de nacionalidad británica, tenía 88 años y deja una viuda y tres hijos, el mayor de su primer matrimonio y las otras dos, del segundo.
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Llegado a Marbella a mediados de los años ochenta procedente del Reino Unido, Binstock repartía su tiempo entre su villa en una de las zonas más nobles de Sierra Blanca y su piso parisino. El empresario también viajaba habitualmente a Londres y a Buenos Aires, ya que también tenía importantes intereses inmobiliarios en Argentina. Debido a su deteriorado estado de salud y a su avanzada edad, Binstock llevaba tiempo alejado del día a día de sus negocios y su entorno señala a su mujer, Jesie, como la persona que ha estado al frente de sus intereses inmobiliarios en Marbella y que seguirá en esa posición a partir de ahora.
En Marbella estaba considerado como el mayor propietario de suelo, con más de un millón de metros cuadrados repartidos principalmente en cinco terrenos que habían sido puestos a la venta tras la anulación en noviembre del año pasado del Plan General de Ordenación Urbana de 2010, que cortó las expectativas de desarrollo que albergaba sobre los mismos.
El más importante es el conocido como La Serranía, más de 750.000 metros cuadrados de suelo ubicados al norte de La Cañada que habían sido planificados para albergar el futuro polígono industrial de Marbella mediante el traslado del actual polígono de La Ermita. En febrero de 2013, tras unas negociaciones que se prolongaron durante un año, el Ayuntamiento cerró un acuerdo con Binstock, para desatascar el arranque de esta actuación que incluía el compromiso del empresario de asumir el coste del informe de sectorización del terreno donde se quería trasladar La Ermita.
Sin embargo, esta operación urbanística, llamada a ser la más importante de la historia de Marbella, quedó abortada con la anulación del PGOU de 2010 a pesar de que ya se habían realizado el plan sectorial. Posteriormente sentencias contradictorias dictadas pusieron en duda su viabilidad. La sociedad liderada por Binstock, el Grupo Corporación Marbella, fue muy activo en la defensa en los tribunales de este proyecto.
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Otro de los suelos de mayor valor es el conocido como La Cañada, situado en el entorno del centro comercial de ese nombre de hecho, la sociedad promotora de la gran superficie, propiedad de Tomás Olivo, compró en su día el terreno a Binstock, aunque posteriormente ambos empresarios acabaron enfrentados, con un total de 100.000 metros cuadrados que el Plan anulado calificaba como urbano no consolidado.
La sociedad encabezada por Binstock cuenta asimismo con 190.000 metros cuadrados en Lomas de Pozuelo Oeste, también en el entorno de La Cañada, y otros terrenos de menor supeficie en los parajes conocidos como El Chorraero, Hacienda Cortés y Camino de los Pescadores, todos ellos situados al norte y noreste del término municipal de Marbella.
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Binstock llegó a Marbella a mediados de los años ochenta y comenzó a invertir en suelo que en aquel momento no era urbanizable. Según algunas fuentes, había hecho fortuna en el sector del juego en el Reino Unido y de hecho mantuvo hasta muy recientemente intereses en el casino de la localidad sevillana del Aljarafe.
Gran parte de las promociones realizadas en la ciudad durante los años del GIL, especialmente las desarrolladas por el empresario granadino condenado en el caso Malaya José Ávila Rojas, se levantaron en suelo comprado a Binstock. Sin embargo, él nunca actuó como promotor ni se le conoce actividad en ese sector.
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Al empresario británico se le atribuyeron estrechas relaciones con Juan Antonio Roca. De hecho, una de las exediles del GIL condenadas en el caso Malaya, Carmen Revilla, declaró tras su detención en ese procedimiento que el empresario había sufragado la moción de censura de 2003 que desplazó de la Alcaldía a Julián Muñoz después de que éste se enfrentara a Roca.
Esta acusación, que posteriormente la exconcejala retiraría, nunca fue confirmada y de hecho Binstock ni siquiera fue llamado como testigo en esa causa, aunque era conocido que el empresario mantenía estrechas relaciones con el exedil prófugo Carlos Fernández.
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