Forenses creen que no hubo forcejeo previo al crimen del millonario británico

Los forenses sostienen que del rastro de la sangre de la víctima se deduce que intentó huir hacia la puerta de la vivienda, y que en ese tiempo recibió tres disparos. Según los peritos, el primer impacto pudo producirse desde una escalera y el segundo y el tercero fueron realizados a larga distancia, mientras intentaba huir. Los forenses han destacado que el tercero fue decisivo para acabar con su vida y que si hubo un altercado previo, como mantiene la víctima, "no fue de entidad".

Durante la declaración de los forenses la acusada ha tenido que abandonar la sala por el impacto emocional causado por las fotos que se han mostrado del cadáver y ha tenido que ser trasladada a otra sala por la policía para calmarse.

Esta mañana también ha declarado la que era la nueva pareja de la víctima en el momento del crimen y ha asegurado que cuando llegaron a la casa la acusada estaba en pijama, por lo que ella decidió abandonar el domicilio y esperar en el coche.

La víctima tuvo una discusión con la acusada dentro de la vivienda, mientras ella estaba en el coche y, según la declarante, en un determinado momento escuchó "ruidos raros" como si cayera algo, pero nunca pensó que fuesen disparos.

La acusada se enfrenta a una petición del fiscal de veinte años de prisión por un delito de asesinato y de diez meses de prisión por el delito de robo de vehículo. Por su parte, la acusación particular solicita una pena de veinticinco años de prisión por el delito de asesinato y de dos años de prisión por el delito de allanamiento de morada, así como una indemnización de más de 218.000 euros para la hija del fallecido y de más de 134.000 euros para su hermana.