El malagueño Rubén crea un 'crowfunding' para tocar en Berklee
Este joven guitarrista pasa una prueba para estudiar en el mítico y exigente college
J. J. Buiza
Viernes, 29 de abril 2016, 00:05
. Miles de jóvenes músicos de todo el mundo pasan cada año las exigentes audiciones del Berklee College of Music, pero aproximadamente solo tres de ... cada diez son aceptados. Rubén Bonilla, un joven guitarrista malagueño de 23 años, se convirtió hace unos meses en uno de esos privilegiados. La considerada como la universidad musical privada más grande del mundo, situada en Boston pero que cuenta con un campus europeo en Valencia, le comunicaba por carta la aceptación de su solicitud.
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Tras las pasos de Quincy Jones o Juan Luis Guerra
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Hay quien ha definido al Berklee College como un Hogwarts musical. Sus muros encierran a los más prestigiosos profesores de música del mundo, que enseñan a un grupo de privilegiados alumnos los secretos de este arte. Quincy Jones, Juan Luis Guerra, Duke Ellington, Tony Bennet o Howard Shore (el compositor de bandas sonoras, autor por ejemplo de la de El Señor de los Anillos) son algunas de las figuras que han pasado por esta escuela, fundada en 1945 y que tiene en Valencia su primer campus fuera de su sede principal de Boston. Para Rubén Bonilla sería un sueño convertirse en uno de sus 3.800 estudiantes, entre los que se encuentran jóvenes de todas las nacionalidades.
Hubiera sido la mejor de las noticias, sino fuera porque también se le informaba de que no había beca para él. Casi 37.000 euros le separan de su sueño. Es el dinero que le hace falta para iniciar el curso, por lo que ha iniciado una campaña de crowdfunding para encontrar patrocinadores (a través de la web kickstarter.com). Desde solo un euro, quien quiera puede contribuir a hacerlo realidad. «Es en Málaga donde quiero que este sueño tenga fecha de inicio, y que pueda llevar su nombre hasta Boston», cuenta Rubén. El camino hacia Berklee lo comenzó en laCiudad de las Artes de Valencia, donde se decidió a presentarse a la audición, después de años de insistencia de su madre,Penélope.
Para ello, durante seis meses estuvo ensayando con su guitarra eléctrica un complejísimo tema de Tomo Fujita, japonés considerado uno de los más virtuosos intérpretes de blues y jazz y que ejerce precisamente de profesor en Berklee. Pese a los nervios, la audición le salió bien. «Me sorprendí bastante conmigo mismo por lo tranquilo que estaba y lo cómodo que me sentí», relata. Unas pruebas de oído y una entrevista completaron el proceso. Dos meses después le llegó la carta.
En busca de 37.000 euros
Hasta final de mayo tiene para reunir los 37.000 euros que le hacen falta para la matrícula. Conseguirlos le daría derecho a estudiar y vivir en el campus durante el primer semestre. La carrera completa cuesta la friolera de 242.000 euros. «Quiero poder exprimir esta oportunidad que me da Berklee; voy a luchar hasta conseguirlo y, luego dentro, luchar muy duro por una beca para los siguentes años», resalta el malagueño, que se siente a gusto tocando sobre todo rock, blues y jazz.
Es en la enseñanza de estos dos últimos géneros donde el prestigio del college norteamericano está más señalado. «Me considero guitarrista de blues y funk sobre todo. Decir que soy jazzista ya serían palabras mayores, pero para eso quiero ir allí. Para aprender y llegar a serlo», explica Rubén, quien actualmente es uno de los integrantes del grupo local Miss Gin, que toca versiones de rock and roll, pop y conocidos éxitos en conciertos y salas de fiesta por toda la provincia. Tambén forma parte de la banda Chili Pepes, tributo al mítico conjunto de los Red Hot Chili Peppers.
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La guitarra eléctrica lo enamoró desde niño. La primera se la regaló su abuelo, Pepín Sierra, miembro de Los Gritos, el grupo pop fundado en Fuengirola en los 60. Desde entonces, ha ido perfeccionado su técnica, sobre todo de forma autodidacta. Nunca se ha inscrito ni en conservatorios ni en escuelas privadas, aunque ha tenido la suerte de tener grandes maestros como los italianos Ricardo Galardini (guitarrista de Laura Pausini) o Claudia Bombardella, cantante, compositora e intrumentista de gran prestigio.
En otra ocasión, también pudo compartir experiencias con Raimundo Amador. «He conocido a algunos músicos profesionales muy conocidos y la verdad es que de los grandes, siempre me llevo la impresión que son terrenales. Es gente sencilla y llana», afirma. Su gran anhelo ahora es seguir aprendiendo de los mejores, en este caso desde Boston, aunque lo que tiene claro es que, pase lo que pase, quiere que su futuro siga vinculado a la música.
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