Trabajos en el entorno de la basílica. :: josele-lanza

Comienzan las obras para recuperar el entorno de la Basílica

Ayer se iniciaron los trabajos que permitirán dar uso al parque situado junto al enclave arqueológico de Vega del Mar

Héctor Barbotta

Viernes, 4 de diciembre 2015, 01:15

Ayer dieron comienzo los trabajos para adecentar el entorno de la Basílica Paleocristiana Vega del Mar, que permitirá poner en valor el paraje situado junto ... al enclave arqueológico. Las obras fueron presentadas por el teniente de alcalde de San Pedro Alcántara, Rafael Piña, que subrayó la importancia de este entorno natural e histórico que, aseguró, «no puede continuar en el estado de abandono en el que se encontraba».

Publicidad

Piña explicó que se decidió ejecutar esta puesta en valor desde el primer momento de la llegada del nuevo equipo de gobierno, y en la misma han trabajado la Tenencia de Alcaldía de San Pedro y la delegación de Sostenibilidad.

Las actuaciones consisten en primer lugar en la limpieza de la maleza e incluirán también el tratamiento y la poda de los eucaliptos, el vallado del perímetro y la instalación de bancos y papeleras.

Piña señaló que al tratarse de un entorno protegido, no se puede realizar ningún tipo de excavación ni prospecciones en el suelo, por lo que los bancos irán ubicados sobre unas lozas de hierro.

Según el teniente de alcalde, para evitar molestias a los vecinos, la instalación no estará abierta y contará con un horario hasta las 22.00 horas, con el fin de que no se produzcan acampadas ni actividades nocturnas.

La puesta en valor y protección de la basílica es una de las principales preocupaciones del Ayuntamiento en el área de cultura. El gobierno municipal baraja la colocación de una cubierta sobre estos restos arqueológicos para preservarlos. La decisión no está tomada aún, aunque técnicos municipales y de la administración autonómica ven su instalación con buenos ojos siempre que la estructura no reste protagonismo al conjunto, ejemplo de las iglesias visigodas de tipo norteafricano que se construyeron en el sur de la península durante el siglo VI.

Publicidad

La basílica carecía de techumbre ya desde su descubrimiento en 1930, una situación que la ha hecho vulnerable durante los últimos 85 años a las inclemencias meteorológicas, particularmente ante la lluvia. El problema no sólo reside en el agua directa que cae sobre las piedras de lo que en otro tiempo fue la edificación y en las más de cien tumbas que hoy custodia el sitio, sino también en el agua que se queda estancada en ciertas partes por la disposición del terreno.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad