Una fiesta solidaria con invasión de ruedo

No hubo altercados en la calle. De hecho, el entorno del coso marbellí contaba con amplia presencia policial. Sin embargo, cuando se llevaba transcurrida casi dos horas de corrida, y aprovechando el final de una de las faenas, una representación de los manifestantes irrumpió en pleno ruedo vistiendo camisetas con lemas de apoyo a la pequeña hija de los organizadores: «Paola estamos contigo», y el número de la cuenta abierta para recaudar fondos: IberCaja ES2620858262650330064821. Tuvieron que se desalojados por la policía y por los toreros, poniendo así la nota triste de un evento destinado a la solidaridad y la colaboración.

«Vergüenza» o «Ahí está la vergüenza nacional» fueron algunas de las consignas coreadas por los antitaurinos horas antes para recibir a los aficionados. Aunque la mayoría de ellos recibió con indiferencia los gritos, alguno no aguantó y respondió con algún gesto obsceno o insulto. Aunque en lo que más insistían los espectadores que llegaban a la plaza era en el carácter benéfico del evento, por lo que manifestaron su rechazo a la protesta. La respuesta de los allí concentrados se tradujo en más gritos: «No hay que matar para ayudar», tal y como vienen defendiendo.

El carácter solidario del espectáculo, unido a las grandes figuras en cartel -Jesulín de Ubrique, Miguel Abellán, Víctor Janeiro, Fermín Bohórquez, Ruiz Miguel, David Galán y el novillero Javier Orozco- llenó casi tres cuartos de plaza. Mientras las protestas se sucedían en la calle, dentro de la plaza, y antes de empezar la corrida, los organizadores del evento, el banderillero Juan Martín Soto y su mujer, que tienen una hija de 5 años que padece fibrosis quística, agradecían a los toreros, novillero, rejoneador y cuadrillas, así como a las ganaderías participantes, su participación desinteresada.