LaMari: «Las nuevas letras están impregnadas por la mancha de la crisis»

¿No cree que el Festival Weekend Beach y Chambao comparten alguna similitud, como el hecho de mezclar sonidos y no importarles mucho la etiqueta que se les cuelgue encima?

Sí, estoy de acuerdo. Además, hemos elaborado un repertorio con todo el cariño del mundo para esta cita, con temas que hacía tiempo que no tocábamos, algunos destinados a festivales únicamente... Me alegra compartir escenario y cartel con gente que admiro mucho. Lo más positivo del festival es que han sabido mezclar diferentes estilos de música y a todos, de alguna manera, nos gusta la música en general, sin caer en etiquetas.

El grupo tampoco ha caído en etiquetas. Flamenco, folk, electrónica, sonidos africanos... ¿Se considera Chambao uno de los baluartes de la llamada world music?

Hay gente que lo ve así. Yo no me paro a pensar qué vino antes si el huevo o la gallina. Simplemente disfruto. No me gusta atribuirme ningún mérito. Para mí la música es un trabajo, una afición... Al que le gusta hacer música, hace música y ya está. No tiene tanto misterio.

¿Se hace cuesta arriba seguir en el negocio de la música con el 21% de IVA, la crisis y esas giras que parecen no acabar nunca?

Depende de por dónde se mire. No sé si hablamos de si esas circunstancias afectan a la satisfacción, a la creatividad. La cuestión es que cuando te dedicas a algo que merece la pena y te gusta lo vas manteniendo. Pasamos por momentos difíciles, desde el músico que toca la guitarra al carpintero que vive al lado de tu casa.

Parecen canalizarlo a través de las letras, que se caracterizan sobre todo por la capacidad para empatizar con el público.

Al fin y al cabo son cosas que nos pasan en el día a día, como a cualquier persona.

¿Dónde quedó la consigna en favor del medio ambiente que del álbum En el fin del mundo? ¿Ha eclipsado la crisis las demás causas solidarias?

Eso pasa en el día a día pero con un montón de noticias además. Estamos mucho más al día de lo que programan los medios que consumimos. Aunque creo que en esta vida todos estamos necesitados, dependiendo de la etapa por la que uno pase. Todos, sin excepción alguna, estamos necesitados.

¿De música?

No lo sé, quizá uno se sienta más comprendido en esta vida escuchando determinadas canciones, pero tampoco me voy a atribuir ningún mérito.

Eduardo Cabra, la pareja artística de René Pérez Joglar en Calle 13, declaró hace un mes que está con la preproducción de su nuevo disco. ¿Qué puede adelantarnos de este nuevo proyecto?

Sí, estamos los dos, codo con codo, con el disco. Más adelante, en verano, entraremos al estudio, aunque el álbum no saldrá hasta el año que viene. Nos conocimos y conectamos. A mí me gustan mucho sus producciones y él encima tiene tiempo porque va a tomarse un descanso en Calle 13.

Sin miedo a experimentar.

Se han juntado dos personas que no tienen miedo a experimentar.

Sí, la simbiosis entre Eduardo Cabra y LaMari va a sonar a un Chambao nuevo. En cuanto a mi voz, por ejemplo, que a veces sonará más folky, otras veces más andaluza. En cuanto a letras también, porque me inquietan otras cosas. Éstas estarán impregnadas por la mancha de la crisis, porque no vivo en Marte, vivo aquí y la actualidad del mundo que nos rodea también nos influye. Habrá un montón de sorpresitas en el nuevo trabajo y de libertad a la hora de llevar el grupo pa lante por mi parte. Vamos a intentar regenerar el grupo, que ya es hora de quitar la última capita de piel de Chambao para que salga la de fuera, la que brilla más.

Durante su concierto cantará temas muy populares. ¿Le ha llegado a resultar pesado llevar al directo Ahí estás tú o Pokito a poko, dos canciones emblemáticas?

No, a veces me puede cansar tocarlas igual, pero improvisamos y la interpreto de otra manera. No me harto de ellas, sinceramente.