Vino y hielo, una moda con arraigo popular
El debate está servido, especialmente en los beachs y chiringuitos no solo de Málaga y provincia, también en buena parte de España. Sumilleres y consumidores ... no se ponen de acuerdo a la hora de recomendar o no servir el vino con cubitos de hielo en la copa, especialmente si se trata de blancos o rosados. El argumento de expertos es que cuando el hielo se derrite en la copa afecta a las características organolépticas del vino, pues no solo pierde intensidad el vino, también el agua con el que están hechos los cubitos alteran las sensaciones en nariz y boca. No obstante, además hay que tener en cuenta que el frío intenso atenúa los aromas y hace que el vino pierda su carácter afrutado.
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No hay ninguna razón técnica para añadir hielo al vino, ya que se puede enfriar poniendo la botella en una cubitera y si lo que se busca es una menor sensación de grados, lo mejor es elegir un vino menos alcohólico. La última palabra, como es normal, la debe tener el consumidor, aunque esta práctica debe reservarse para vinos de poca calidad y nunca echar hielo a grandes vinos.
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