Killian Brack y Marcelo Miñano, fundadores de OG Shack. A. C.

Estas salsas picantes llevan etiqueta 'made in Málaga'

La empresa de Marcelo Miñano y Killian Brack, OG Shack, utiliza ingredientes naturales y huye de la pasteurización y los conservantes

Martes, 4 de junio 2024, 00:25

Se dice que uno nunca sabe qué le deparará la vida en el futuro. Y se dice con mucha razón. Que le pregunten si no ... a Marcelo Miñano y Killian Brack, cuyos caminos acabaron entrelazándose por una cosecha de mangos. Un puñado de esta fruta tropical acabó creando OG Shack, una empresa dedicada, fundamentalmente, a la creación de salsas picantes cien por cien artesanales, naturales y sin conservantes.

Publicidad

«No creo que seamos personas muy comunes», comentan al comienzo de la entrevista. Miñano se autodefine como una persona distinta, con inquietudes impropias para su edad. Ejemplo perfecto de ello son los planes que le gustaban realizar cuando no era más que un adolescente. «Cuando el resto estaba pensando en salir de fiesta, yo planteaba hacer una cena en casa y dar de comer a familiares y amigos», relata el joven emprendedor. Brack, por su parte, se sintió fuera del circuito establecido desde bien temprano también. Tanto es así que decidió dejar los estudios a una edad temprana para luego reengancharse, pues se trata de seguir los ritmos que cada uno considera.

Marcelo Miñano. A. C.

Unos años atrás Killian Brack se dedicaba, entre otras cosas, a cuidar el jardín de la familia de Miñano. La familia Miñano, originaria de Murcia, lleva dedicándose, de una manera u otra, a la agricultura desde hace generaciones. El padre de Marcelo, Antonio Miñano, decidió continuar esta tradición, aunque con un giro de tuerca. Es un bróker de fruta, un comerciante que busca los mejores productos de cada rincón del mundo. A lo largo de su periplo terminó adquiriendo unas semillas de mango españolas, que decidió, entre otras cosas, plantar en su casa. Cuando este árbol empezó a dar sus frutos, Marcelo Miñano ofreció parte de la cosecha a Killian Brack. Y aquí es donde entran en juego las raíces de Brack.

Gregory Brack, padre de Killian, es un reputado chef licenciado en The Culinary Institute of America. Cuando los mangos entraron por el umbral de su puerta decidió hacer, junto con su hijo, una salsa picante de mango habanero. Al día siguiente, a modo de agradecimiento, Brack llevó un puñado de botes a Miñano. Ambos empezaron a dar muestras de las salsas entre amigos y familiares y se les agotaron rápidamente. Pero la demanda se extendió más allá de sus círculos, siempre a través del boca a boca. En este punto los dos jóvenes se dieron cuenta de que ahí había algo. Continuaron la producción de la salsa de mango habanero al tiempo que comenzaron a experimentar con nuevos productos y sabores para crear nuevos tipos de salsas. Así es como nace OG Shack, una pequeña empresa cimentada en la amistad y con una filosofía clara: salsas picantes, productos frescos y nada de conservantes no naturales.

Killian Brack. A. C.

«En mi casa siempre hemos guardado culto al picante. El picante no es la salsa avinagrada que encontramos en la gran mayoría de supermercados. Es mucho más que eso, tiene multitud de sabores, matices e intensidades. De hecho, el picante es bueno para el organismo», relata Brack. Para los jóvenes empresarios no existen personas a las que no les guste el picante, simplemente no han encontrado el suyo. «Existen distintas intensidades y sabores. Entre nuestros clientes hay muchos que empiezan con las salsas más suaves y, en cuanto le van cogiendo el gusto, acaban pasando a sabores e intensidades más picantes».

Publicidad

Actualmente cuentan con distintas salsas en su catálogo, que se van renovando según temporada. Cuentan con un pequeño huerto donde cultivan algunos de los ingredientes utilizados e intentan, sobre todo, conocer quién hay detrás de cada producto que acaba convirtiéndose en un ingrediente de sus recetas, apostando siempre que sea posible por el producto local. «Queremos crecer, pero de forma orgánica, de manera que no se pierda la esencia y calidad de nuestros productos», sentencian ambos compañeros.

Aunque su crecimiento sea calmado, es constante y persistente. Tanto es así que ya cuentan con colaboraciones con restaurantes como Tercer Acto, Momag o Bendito Bocado entre muchos otros.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad