Un rey goza de prerrogativas excepcionales por no tener ninguna vinculación política. La historia de cómo el príncipe de Gales libró a los queseros artesanales ... de Gran Bretaña de la ruina inminente es un ejemplo. En la década de 1990, una serie de alertas alimentarias advirtieron a la nación e hicieron que los legisladores introdujeran medidas sanitarias destinadas a protegerlos a cualquier coste. Una fue que solo se empleara leche pasteurizada para la elaboración de quesos, algo que hubiera sido una sentencia de muerte para los productores artesanales que trabajaban exclusivamente con leche cruda. Cientos de queserías artesanas en todo el territorio habrían tenido que cerrar sus puertas.
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Se trazaron líneas de batalla, pero oportunamente el entonces príncipe de Gales era patrocinador de la Asociación de Queseros Especializados, aunque solo fuera un cargo honorífico. Sin embargo, se puso en contacto con los políticos que promovían la estricta medida y les planteó si no consideraban importante preservar la fabricación de quesos tradicionales. Luego invitó a todas las partes a reunirse en su palacete del campo, Highgrove, para una negociación. El resultado fue una revisión de la legislación propuesta. Hoy día, Gran Bretaña tiene más de 700 variedades de quesos artesanos, probablemente más que los franceses.
El queso artesanal, elaborado en su mayor parte con leche sin pasteurizar, es una industria multimillonaria que sustenta a cientos de pequeñas granjas y da miles de puestos de trabajo, todo lo cual habría desaparecido sin la iniciativa del hoy rey de Inglaterra.
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