La Cabrera: la cultura argentina del asado, en el Centro de Málaga

La bienvenida es una cesta de panes variados y una selección de 'calentitos', patés y ensaladas que sirven para entretener la espera. La carta arranca con una propuesta de entrantes muy tradicionales, como las empanadas de carne, el chorizo criollo de rueda, la morcilla criolla, la provoleta al grill (sola o con panceta, tomate seco y albahaca), junto a otros que hacen un guiño al lugar de acogida, entre ellos la ensaladilla rusa con gambas. A la hora de pedir es importante dejarse aconsejar por los camareros, porque en La Cabrera todo es abundante y está pensado para compartir. El solomillo de black angus, por ejemplo, se sirve en raciones de 800 gramos o de 400 gramos. Junto a cortes emblemáticos como el asado de centro, el ojo de bife (400 g) y el bife de chorizo (400 g) se ofrecen golosinas cárnicas como las mollejas grilladas, que igualmente se sacan en ración o media, y los riñoncitos de ternera con manteca provenzal, y también una imponente milanesa napolitana (filete empanado con jamón y queso) de 400 g.

Las carnes se guarnecen con una variedad de salsas y ensaladitas que en la casa llaman 'la lupa', pero también hay guarniciones. Para quienes no quieran carne se ofrecen un par de opciones de pescado: salmón con marinada de verduras y pulpo con pesto de rúcula y pimentón, y también dos platos de pasta casera, ravioles o fussilli, con justa fama. La carta de vinos rinde culto a los tintos argentinos, y para postre, entre otras tentaciones dulces no podían faltar los panqueques con dulce de leche.