El Alimentario: la sencillez hecha cocina

De lo que no me cabe duda alguna es de que El Alimentario es un lugar para auténticos 'disfrutones' de la cocina. A diferencia de otros establecimientos, aquí no hay uno o varios menús establecidos y encorsetados, tanto en el precio, como en el número de pases, algo que ya empieza a verse con cierto recelo por parte de una clientela que busca experiencias gastronómicas elegidas personalmente y no impuestas. Jaime lo tiene claro desde sus inicios, cada comensal que se sienta en alguna de sus mesas, puede elegir entre una, dos o varias propuestas de una carta donde imperan los platos sencillos muy bien desarrollados y ejecutados, incluso muchos con un toque de creatividad original y bien calculado. La mayoría de sus platos están pensados para ser compartidos y si el cliente no quiere complicarse y conocer en un todo lo que en esta casa se cocina, a su disposición siempre habrá un menú degustación de cinco pases por 38 euros a mesa completa.

La sala, pequeña, sin artificios decorativos, rezuma la misma sencillez que la cocina y al frente de la misma se encuentra Elizabeth Lupiáñez, quien junto a Marcelo, son otro ejemplo de cómo la profesionalidad no está reñida con la simpatía. La carta de vinos es escueta, aunque cuenta con algunas referencias interesantes. Jaime Tejedor y El Alimentario, El Alimentario y Jaime Tejedor, son ya por derecho propio un enclave gastronómico a tener muy en cuenta en Torre del Mar.

Un auténtico plato de mar y montaña. Dos texturas, dos sabores distintos se fusionan en un solo bocado. La crema de coliflor asada es el verdadero vaso comunicador entre un producto y otro. Jaime demuestra que domina los tiempos de fuego.

Jaime conoce el producto y el tiempo exacto de fuego que debe tener ateniéndose a su calidad. Estas alcachofas con una ligera salsa carbonara aromatizada con parmesano y con papada son difíciles de olvidar.

Es sin duda uno de los platos más recurrentes para muchos cocineros de restaurantes de cocina actual. En esta ocasión es uno de los platos estrella de esta casa. El toque de ajoblanco refuerza el sabor del túnido y aporta melosidad.

Los canelones, además de ser un plato muy socorrido y propio de la cocina de las sobras, cuando está tan bien elaborado como este de pollo asado, simplemente acompañado de una ligera bechamel y cebolla frita, se convierte en un plato 10.