Fraude tras fraude en vinos que no son lo que dicen ser
Son impresionantes los efectos colaterales que está teniendo el negocio ilícito de caldos falsos que no son lo que dicen en el mundo vitivinícola. En China, por ejemplo, circulan tantas botellas de Chateau Lafite Rothschild falseadas, que ya no lo quiere nadie
AJ Linn
Jueves, 17 de diciembre 2015, 23:12
En la misma semana en que las autoridades estadounidenses han puesto en venta la colección de vinos del falsificador más famoso de la historia, un ... nuevo escándalo ha estallado en Hong Kong. Son impresionantes los efectos colaterales que está teniendo el negocio ilícito de vinos falsos en el mundo vitivinícola. En China, por ejemplo, circulan tantas botellas de Chateau Lafite Rothschild falseadas, que ya no lo quiere nadie.
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A Rudy Kurniawan le cayeron diez años de cárcel por la venta de 130 millones de dólares en vinos falsificados. Fabricaba sólo los mejores: rellenaba botellas vacías de vino californiano, falsificaba etiquetas y corchos y transformaba vinos de 100 dólares en joyas francesas de 1.000. Entre 2004 y 2012, dicen, Kurniawan fabricó 12.000 vinos falsos. Ahora su bodega personal de 4.700 vinos está en venta en una subasta judicial online, pero, ¿cómo sabe el comprador si el vino que compra es auténtico o falsificado? Las autoridades estadounidenses no ofrecen garantías, así que la mejor estrategia es evitar los caldos bordeleses como Cheval Blanc, Petrus, Lafite, Latour y Mouton Rothschild, que, por su valor, fueron los predilectos del defraudador. Kurniawan fue atrapado finalmente por el fallo de ofrecer un vino prestigioso de una añada inexistente, el riesgo de la labor del falsificador. El mes pasado una casa de subastas celebró su primera subasta en Hong Kong. La joya en la corona era una colección de vinos procedente de la bodega de una familia aristócrata «ligada estrechamente con la realeza sueca». Algunos de los vinos «habían sido regalados al aristócrata por el rey sueco». Había botellas de Cheval Blanc de 1937, 1945 y 1947, «adquiridas directamente del Chateaux». Nadie daba crédito a este cuento, y pocas horas antes de la subasta el lote estrella, cuya procedencia no se había podido acreditar, fue retirado, con el consiguiente daño colateral para la empresa, que difícilmente se recuperará.
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