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Crookies de Sueño Pastelería Francesa recién horneados. M. M.
Llega a Málaga el último fenómeno en repostería: los crookies

Llega a Málaga el último fenómeno en repostería: los crookies

Sueño Pastelería importa de Francia esta nueva moda que une cruasanes y cookies

Martes, 18 de junio 2024, 00:21

No todo está inventado. Aún hay más. Llegan los crookies, mezcla de cruasanes y cookies que se ha convertido en todo un fenómeno en Francia y que han traído a Málaga los chicos de Sueño Pastelería Francesa. Tras ver el éxito que tenían, Leila González y Theo Sfez decidieron probar y ahí están en su obrador de Nueva Málaga, sacando en torno a 150 crookies a la semana.

«Esta es una idea de un pastelero francés al que se le ocurrió meter masa de cookie en cruasanes y casi sin pensarlo está triunfando. Maison Kayser lo empezó a introducir en Madrid y ya se está extendiendo por muchos sitios. Nosotros vimos que aquí no se hacía y nos apeteció probar, ¿por qué no?», comenta Sfez con un marcado acento francés.

  • Dirección: C/ José Iturbi, 2 (Málaga).

  • Teléfono: 613 59 58 77.

  • Web: suenopasteleria.com

  • Precio: 4 euros el crookie.

Lleva la mayor parte de sus casi 30 años de vida dedicado a la pastelería. Los cruasanes los hace ya prácticamente con los ojos cerrados. Estos nuevos de cookies, además, empieza a prepararlos los martes para tenerlos listos los jueves, día en el que los empiezan a sacar a la vitrina para su venta.

Así, entre los jueves y los sábados, se puede encontrar en Sueño esta nueva modalidad de cruasán -mucho más contundente, como es de suponer-, que se rellena con masa de cookie y se corona también por encima con cookie y chocolate. Una vez horneado, todo queda integrado en una combinación en la que el hojaldre de Sfez no pierde protagonismo.

Leila González y Theo Sfez, con los crookies. M. M.

El sello francés es un punto a su favor. Que todo sea artesanal también. Buena prueba es el éxito que ha tenido la emprendedora pareja desde que abrió la pastelería en la calle José Iturbi, hace casi dos años. Tanto que entre sus planes inmediatos está ampliar el negocio. Cuenta Leila que ya tienen nuevo local, también en el barrio, para poder crecer.

Lo dedicarán sólo a obrador. «Este se nos queda pequeño para atender la demanda. Se han interesado muchos restaurantes y hoteles por nuestros productos, pero el espacio que tenemos ahora no daría para tanta producción y además Theo está trabajando solo, así que de esta forma podremos ampliar plantilla y organizarnos mejor», avanza esta joven suiza de nacimiento, pero española de corazón.

Raíces andaluzas

De abuelo onubense y abuela extremeña, tarde o temprano sabía que terminaría por el sur. «Queríamos venir a Andalucía y, por el clima, la gente, el lugar... nos gustaba la idea de Málaga, y sobre todo, un barrio, nos encanta la vida aquí, tan cosmopolita», reconoce Leila González. Natural de Laussane, conoció a Theo Sfez en París. Luego la vida les llevaría hasta Canadá, donde les sorprendió la pandemia.

«Allí era mucho más difícil montar algo propio, así que decidimos venirnos aquí, y estamos encantados». No necesita jurarlo, su cara lo dice todo cuando habla esta dicharachera suiza de 29 años que venía de pequeña con sus abuelos a la Costal del Sol. Poco podía imaginar entonces que acabaría instalándose aquí junto a su marido y su hija gracias a un proyecto que no ha dejado de crecer. De hecho, apenas tardaron cuatro meses en abrirlo desde que pusieron el pie en Málaga. Lo tenían clarísimo. Hoy su éclair de pistacho, la tartaleta de nueces pecan o la de manzana son ya famosos en Nueva Málaga. Sueño cumplido.

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