Cebolletas y huevos fritos, el desayuno hecho con productos de cercanía que no pasa de moda en el restaurante Platero

Este desayuno se sirve cada mañana desde que abrió las puertas este restaurante familiar, regentado por la familia Guzmán. La cebolleta es la gran protagonista del plato. Desde octubre hasta mayo, tiene una amplia temporada. «La compramos casi siempre en las huertas de Coín, porque las hay de mucha calidad y buscamos productos de cercanía», apunta José Antonio Guzmán, uno de los responsables del establecimiento.

También los huevos vienen de la propia localidad. En concreto, de la Granja Salvi, una de las explotaciones avícolas más importantes de la provincia. A ello hay que sumar el aceite de oliva virgen extra, que es clave también para el resultado final. El 'oro líquido' suele ser siempre de la provincia (El Niño o Burgoliva) y, como los huevos, es de almazaras adscritas a la marca promocional Sabor a Málaga. Para acompañar a estas cebolletas y huevos fritos se añaden unos generosos trozos de pan cateto, proveniente del obrador Hijos de Ana Hevilla.

El precio de un plato de cebolleta con un sólo huevo frito junto al café tiene un precio actualmente de 4,5 euros. Si el comensal quiere añadirle otro huevo u otro ingrediente, se incrementará en medio euro por cada uno. Así, opcionalmente, hay quienes lo piden con chorizo (también de Coín), lomo en manteca (elaborado allí mismo) o beicon, que es el único intruso no malagueño del plato.

Después de más de treinta y cuatro años sirviéndose allí es un desayuno que no pasa de moda. De hecho, por allí lo piden habitualmente un amplio número de clientes. «Aquí vienen senderistas, motoristas o ciclistas a menudo», apunta José Antonio. Además, en los fines de semana, señala que suelen freírse alrededor de 400 huevos para este contundente plato. Hay que tener en cuenta que no muy lejos de allí, por ejemplo, los domingos se celebra el Mercado Agroalimentario del Valle del Guadalhorce.

El restaurante Platero, que cierra martes y miércoles, es uno de los que más solera tiene en el municipio de Coín, ya que suma más de tres décadas de trayectoria. Abierto desde 1990, es conocido también especialmente por su carta para almorzar. Así, entre sus especialidades están los caracoles, el conejo en salsa de dos pimientos, el revuelto de espárragos, la pata de pulpo o a la brasa o el rabo de toro. Además, cuenta con un amplio repertorio de carnes de vacuno (con un mínimo de treinta días de maduración), de cerdo ibérico, de cordero o de pollo. Entre los platos típicamente malagueños, no suelen faltar las albóndigas en salsa de almendras, el antes mencionado lomo en manteca, el 'pescaíto' frito, la ensaladilla rusa o las croquetas del puchero.

En los últimos años, en esta empresa familiar han apostado por crear un espacio diferente al de la venta, El Rincón de Julia, donde apuestan expresamente por platos que apuestan por la excelencia y la originalidad.