La FAO, organismo de la ONU para la Alimentación y la Agricultura, ha proclamado 2022 como Año Internacional de la Pesca y la Acuicultura Artesanales. ... Los «años de...» tienen a menudo el mismo efecto que un globo lanzado al aire, pero lo cierto es que la FAO maneja argumentos de sobra para promover la pesca y cultivo de alimentos marinos de carácter local, artesanal y en pequeña escala, como único camino para la preservación de la vida en mares y océanos. Los datos hablan. El 82% de los barcos pesqueros a motor que operan en el mundo pertenece a esta categoría. Según el artículo 'Pesca artesanal o tradicional' publicado en Espesca (https://espesca.com), la pesca artesanal genera 52 millones de empleos directos en el mundo frente a nueve millones de la industrial. Sin embargo, las capturas se estiman en 34 millones de toneladas en la pesca artesanal frente a 56 millones de la industrial. En el caso de la pesca industrial, el porcentaje de capturas que se destina al consumo de las poblaciones locales es del 56%, y asciende al 77% en la artesanal. El consumo de combustible anual se estima entre 1 y 3 millones de toneladas para la pesca de bajura frente a 14 a 19 para la de altura. En cuanto a los descartes, en la pesca industrial el porcentaje es del 13% y en la artesanal el 3%. Durante 2022, la ONU instará a instituciones nacionales, supranacionales y regionales a apoyar la pesca y la acuicultura artesanales, pero el compromiso debe extenderse también a quienes consumimos pescado. Las etiquetas de trazabilidad son fundamentales para saber de dónde viene lo que estamos comprando. En muchos mercados y pescaderías se ocultan de forma artera, y los compradores nos tragamos lo que nos quieran contar sobre su origen. En Málaga hay 252 barcos dedicados a la pesca artesanal en Caleta de Vélez, Fuengirola, Estepona y Marbella. Distinguir y elegir su producto es la forma de sumarnos a esta iniciativa.
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