Álvaro Ávila cierra La Alvaroteca y afronta nuevo reto en Málaga
El cocinero se muestra «contento» y «motivado» con la etapa que ahora comienza
No daban mucho por él. Le decían que el local estaba gafado. Sin embargo, Álvaro Ávila tenía las ideas claras. Apostó por abrir camino en ... pleno barrio de Cruz del Humilladero. Y no sólo lo hizo, sino que además ha caminado durante doce años allí con su propio restaurante: La Alvaroteca. Rompiendo esquemas. De ahí que la noticia de que cierra haya caído como un jarro de agua fría tanto en el gremio como entre la clientela. Sí, este fin de semana se ha despedido de esa calle Gerona 38 en la que ha ido mutando y evolucionando a lo largo de los años.
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Desde el tapeo hasta una cocina más gastronómica, pasando por sus «locuras». Siempre con ese toque creativo, innovador y tan personal que le caracterizan. Además del factor sorpresa. Nada de eso quiere perderlo en su nuevo destino: Tasca Láska. De su cocina se encargará a partir del 15 de septiembre. «La vida son etapas y esta es una nueva que me ilusiona empezar», reconoce Álvaro Ávila «muy contento» y «motivado» ante un reto más en su carrera.
Circunstancias personales le empujaron hace ya algunos meses a empezar a pensar en cerrar capítulo en La Alvaroteca. No hay que buscar más allá. El negocio funcionaba. De hecho, han colgado el cartel de 'sold out' durante todo el verano. «No era consciente del cariño que nos tenía tanta gente», confiesa el cocinero tras la respuesta recibida. Incluso comentarios de jóvenes que se decantaron por el mundo culinario como profesión impulsados por lo que vieron (y cataron) en La Alvaroteca, que entre otros reconocimientos, ha obtenido el Solete Repsol.
«Es una satisfacción enorme echar la vista atrás y ver lo que hemos conseguido»
Atrevimiento, riesgo y rebeldía han marcado estos doce años de vida de un concepto casi impensable en aquella época fuera del circuito habitual del Centro. Entonces, Álvaro Ávila demostró que en un barrio se podía hacer cocina divertida, vanguardista y original. Arriesgó y ganó. Hasta el punto de que muchos colegas lo califican como ejemplo y referente.
Desde luego, no ha pasado de puntillas por el mapa gastronómico malagueño: «Es una satisfacción enorme echar la vista atrás y ver lo que hemos conseguido en ese local, ha sido un máster; aunque para nada me haya considerado nunca un modelo a seguir, en absoluto. Eso no quita que me produzca un gran orgullo que alguien me diga que ha seguido mis pasos porque le gustaba lo que hacíamos; orgullo por mí y por esa persona».
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Y eso que ha habido más de una Alvaroteca en todos estos años. La 'culpa' está en el alma camaleónica de Álvaro Ávila. Desde el principio quiso sorprender, primero con tapas y una cocina informal, luego con un lado canalla y loco con 'manicomio' incluido, y después con una consolidación que ha protagonizado la tradición reactualizada.
Con técnica y madurez, pero sin perder de vista su vocación disfrutona. Y, sobre todo, olvidando aquella autoexigencia de conquistar las guías que le obsesionó durante una época: «Con el tiempo me he dado cuenta de que lo importante no es eso; lo importante es hacer felices a los clientes y ser feliz uno mismo y con los tuyos».
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Los cambios llegarán poco a poco pero no faltará su famosa tosta con anguila ahumada
Esa necesidad de disfrutar y renovar ilusiones le ha llevado a aceptar la propuesta de Zuzana Salamon para tomar las riendas de la cocina tanto de Tasca Láska de la avenida de la Aurora como de La Malagueta. Sabe que tendrá la libertad que siempre ha sido para él fundamental. No en vano, ya tiene miles de ideas en la cabeza, como el cocinero inquieto que reconoce ser. En este sentido, avanza que no tiene intención de llegar haciendo cambios. Irá poco a poco dejando su sello. Como adelanto para fans: su famosa tosta de arroz negro inflado con anguila ahumada no faltará.
También tiene en mente sugerencias periódicas de arroces o versiones de platos eslovacos, como guiño a las raíces de Zuzana Salamon. «Podemos hacer cosas muy chulas». Pero será poco a poco. De momento, quien quiera buscar a Álvaro Ávila tendrá que ir a la avenida de la Aurora 1 o a Fernando Camino 15. La calle Gerona 38 ya es historia. La que hizo La Alvaroteca.
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