Víctor Olmo, un oasis en el desierto
El único lateral izquierdo puro del filial, pese a ser reconvertido, desbanca a Cufre y confirma en su debut su arrancada y que no le pesa la presión de jugar en circunstancias nada cómodas
«Yo le llamo el 'pepino'. Bravo me dijo que había un pepino ahí abajo, y que tenía que verlo. Jugó un gran partido, un ... partido que no era fácil, y estuvo a la altura, pero tiene que mantenerlo ahora», comentó Pablo Guede el sábado en rueda de prensa en relación a la gran novedad del once: Víctor Olmo Durán (Jerez, 2001). A punto de cumplir los 21 años (el 16 de junio), en su tercera convocatoria con el primer equipo, dejó claro que no le pesó la responsabilidad.
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La historia de Víctor Olmo es la de un oasis en el desierto que es ahora el Málaga. Con Javi Jiménez lesionado y Cufre en el disparadero (su realidad toda la temporada), Guede se la jugó forzando el estreno al máximo nivel de un jugador sin bagaje más que en Tercera RFEF (el quinto escalón competitivo tras la remodelación de categorías) y que en realidad más que ser el único lateral izquierdo del Malagueño es un extremo reconvertido.
Hay unanimidad entre quienes conocen mejor a Víctor Olmo: su mejor virtud es su arrancada, ese cambio de ritmo y la aceleración, más que la velocidad de una cabalgada larga. Además, este futbolista gaditano no se arredró ante la situación en la que le tocó hacer el debut, que no fue nada sencilla, con la permanencia en juego y ante un rival que encadenaba seis victorias seguidas.
Aunque tiene margen de mejora en ciertos conceptos defensivos, fruto de que viene jugando de lateral desde hace relativamente poco tiempo, es atrevido en sus incursiones y buscó incluso alguna diagonal en ataque. «Por algo jugó. Venía desarrollándose bien en el día a día», comentó escueto Guede, que seguramente tuvo buenos informes de su ayudante, Bravo, al margen de lo que comprobó en primera persona. De paso fue un toque más de atención a la plantilla. No hay indiscutibles en ninguna posición, y en su ciclo ya hay algunos 'señalados', como Paulino.
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Víctor Olmo llegó al Málaga en la temporada 2017-18, procedente del Cádiz, para incorporarse al juvenil de Liga Nacional. Lo hizo con su hermano gemelo, Iván, que ahora juega en El Palo de lateral derecho. Siempre actuaron en bandas opuestas, e Iván salió en el verano de 2020 al Arcos de la Frontera, más cerca de casa. El debutante malaguista superó tiempo atrás una lesión grave y tampoco pudo jugar por diversos percances varios encuentros de la primera vuelta con el filial, en los que hubo que recolocar en su puesto a Bilal o Ale Benítez.
«Estoy muy feliz por el debut. Cualquier niño sueña jugar en La Rosaleda con tantísimas personas», comentó tras su estreno. Ahora queda comprobar si también será el elegido por Guede el domingo en Tenerife, decisión seguramente a expensas de que Javi Jiménez se recupere a tiempo para la cita.
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Kevin y Roberto 'bajan' a jugar con el Malagueño por primera vez este curso
El Atlético Malagueño comenzó (y acabó, al caer eliminado) este domingo la fase de ascenso a Segunda RFEF (en Estepona ante el Huétor Tájar) y lo hizo con toda la artillería. Por primera vez 'bajaron' a jugar con el filial esta temporada Kevin y Roberto, que fueron titulares, junto a Andrés, Ale Benítez y Loren, cinco jugadores que fueron convocados ante el Oviedo el sábado.
No estuvo Víctor Olmo, que no podía jugar por normativa, ya que disputó al completo, menos de 24 horas antes, el choque contra el cuadro carbayón, en su debut en categoría profesional. El resultado final este domingo fue de 2-1, y el tanto del filial, antes del descanso fue obra de Ale Benítez.
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